En un par de años, el profesor básico que imparte todos los ramos se convertirá en una pieza de museo. Al menos esa es la intención de las escuelas de Pedagogía: terminar con los maestros generalistas. Esos que partían el día enseñando lenguaje y lo terminaban con clases de matemáticas.
La gran crítica hacia ellos es la poca profundidad de sus clases, de allí que la reforma educacional propusiera reducir la básica en dos años y aumentar la media a 6, para que los alumnos desde séptimo hacia arriba tengan maestros especializados.
Mientras eso sucede, algunas universidades ya se están adelantando. En la reforma más importante que se ha realizado a las mallas curriculares de pedagogía en los últimos años, las 21 instituciones del Consejo de Rectores (Cruch) que imparten pedagogía se aprestan a formar los primeros profesores de básica especialistas, los que egresarán a partir de 2012.
De esta forma, se formará un profesor de básica, especializado en primero a cuarto básico, pero con formación en las 6 disciplinas que se imparten en ese ciclo. Y por otro lado, un profesor de básica, que puede hacer clases hasta octavo, pero con especialización en dos subsectores: Lenguaje con Ciencias Sociales y Matemática con Ciencias Naturales.
Profesores «sabelotodo»
Todo partió con un proyecto Mecesup de las 21 universidades del Cruch. El diagnóstico era claro: la formación de pregrado impide a los profesores de básica especializarse, ya que en ocho semestres deben prepararse para enfrentar los 10 cursos que se dictan de primero a octavo básico.
Así, los docentes que opten por especializarse en el primer ciclo básico tendrán ramos relacionados con esta etapa del desarrollo de los niños. Mientras, los que hagan una mención por área del conocimiento, agregarán más preparación en la disciplina que escojan.
La U. de Concepción partirá este año y las 20 restantes tienen el compormiso de partir en 2009. Entre ellas, la U. Católica y la UMCE.
Abelardo Castro, presidente de la Agrupación de Decanos de Educación del Cruch y decano de la U. de Concepción, dice que este proyecto implica un costo alto, cerca de un millón 200 mil pesos por alumno, porque se necesitan más docentes especializados y laboratorios. Este año, serán 80 los alumnos que elegirán su especialidad. Además, están ofreciendo a sus egresados de otros años la posibilidad de seguir una mención, a un costo de 15 mil pesos mensuales, por un año y medio. Para los profesores externos, el costo es de 50 mil mensual.
La diferencia entre la mención actual y la especialización que se proyecta es que ésta se hará durante la formación de pregrado y no al egresar. En la Udec, esta especialización implicará un aumento de medio año en la preparación de la disciplina específica. En la Universidad Católica, será un 15% más de preparación en el subsector elegido.
Otras universidades pretenden incorporar a las menciones la movilidad estudiantil. En la UMCE, decidieron aliarse con tres universidades -La Serena, de Magallanes y Católica del Maule- para homologar curriculums. Este año, cada universidad tendrá a cargo una mención y recibirá a 2 alumnos de las otras casas de estudio.
Hasta este cambio, las universidades estaban dedicadas a especializar a docentes en ejercicio: desde el 2004, 6 mil profesores ya han obtenido alguna mención, en la forma de posgrados.
La Tercera
