Fecha de edición: 16/10/2008
Para los investigadores en educación que trabajan en los países latinoamericanos, la problemática del fracaso escolar constituye una de sus principales preocupaciones. ¿Por qué los niños provenientes de sectores muy pobres y minorías étnicas no aprenden a leer y escribir?.
La académica argentina Ana María Borzone ha estudiado sistemáticamente el tema desde principios de los años ochenta. Sobre la base de su experiencia como investigadora de la Universidad de Buenos Aires y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina, señala que los escolares fracasan «porque no tienen la intervención pedagógica adecuada. Tienen todas las potencialidades para aprender pero no aprenden porque el sistema no se hace cargo de que estos chicos aprendan».
Así lo afirmó en el marco del Segundo Encuentro en Educación Inicial «Lectura, Escritura y Matemática», organizado por la Facultad de Educación de la Universidad Católica. «La escuela asume que los niños que provienen de comunidades urbano marginales o aborígenes no saben nada», sostuvo. «Pero ellos cuentan con valiosos conocimientos sobre su cultura y sus formas de vida que les permite adaptarse y sobrevivir en su entorno». Esta información fue recogida por el equipo de investigación de Borzone y sirvió de base para elaborar libros de lectura adaptados a la realidad de estos niños.
El material tuvo un enorme impacto, no sólo porque ayudó a que los niños aprendieran a leer y escribir, sino también porque la comunidad se sintió identificada con la realidad, la forma de hablar y los juegos descritos en los textos, y los adoptó. «Son libros interculturales, que no sólo parten de la cultura de los chicos y de su dialecto, sino que incorporan en las voces del narrador el dialecto estándar e incorporan también episodios que nos acercan a otras culturas», sostuvo la académica. Y agregó que la vinculación comunidad-escuela no se puede dar sino a través de recuperar la cultura de esa comunidad, incorporar todos sus conocimientos y valorizarlos a través de estos materiales.
Las investigaciones sobre el fracaso escolar muestran que existen diferencias entre los conocimientos originales de los alumnos. Los niños de clase media han avanzado mucho en el proceso de alfabetización mientras que los que viven en contextos de pobreza ni siquiera han accedido a ese proceso. Sin embargo, la investigadora argentina afirmó que si se trabaja bien en el nivel inicial, es posible revertir esta situación desfavorable. «Después de una buena intervención no sólo se puede cerrar la brecha sino que inclusive pueden aventajar a los chicos de sectores medios. Los desarrollos tempranos predicen el nivel de aprendizaje», dijo.
Ana María Borzone, doctora en Filosofía y Letras, fue una de las tres investigadoras extranjeras que participaron en el encuentro que se desarrolló en el Centro de Extensión de la UC. También dictaron conferencias Caroline Liberg, decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Uppsala, Suecia; y Mequé Edo, especialista en Didáctica de la Matemática de la Universidad Autónoma de Barcelona, España.
