Fecha de edicion: 07/04/2009
El chocolate ha estado presente en la historia de la humanidad por muchos años. Su fuente son las semillas de cacao, usadas por los Aztecas en el siglo XVI como moneda de cambio. Sin embargo, se sabe que los Mayas e incluso antes, la civilización Olmeca, también lo consumían. El «xocoatl» de estas civilizaciones mesoamericanas era una bebida amarga hecha de semillas de cacao, pimienta y una variedad de ingredientes locales.
Cristóbal Colón, primer europeo en tener contacto con el cacao, propagó las semillas del árbol en España donde el chocolate evolucionó hacia un brebaje dulce (con azúcar y sin pimienta), convirtiéndose en la bebida más común de la nobleza europea, hacia el siglo XVII. Países como Francia, Inglaterra y Alemania comenzaron a cultivar el árbol de cacao en sus colonias del Caribe y después en otras partes del mundo, bajando su precio.
El chocolate empezó a aparecer en tortas, pasteles y helados, hasta que un fabricante alemán patentó la máquina Van Houten (1828), una prensa hidráulica que, a través de un método barato, molía las semillas convirtiéndolas en polvo. Esto no sólo facilitó la preparación del brebaje de chocolate, sino hizo posible, con una serie de procesos físicos y químicos, un sólido: la barra de chocolate.
Del 10 al 12 de abril, podrás hacer tus propios huevos de chocolate en el Museo Interactivo Mirador, acercarte a la historia y evolución del cacao, así como descubrir sus benéficos componentes químicos.
Para participar en ésta u otras actividades complementarias, simplemente tienes que inscribirte en el Mesón de Informaciones del MIM, presentando el ticket de entrada. Los cupos son limitados. Las actividades comienzan a las 09:45 horas y se realizan cada una hora.
(MIM)