LA TERCERA. Elizabeth Simonsen
Uno de los más respetados expertos internacionales en educación y que ha estudiado a fondo el caso chileno es Miguel Urquiola, académico del Departamento de Economía de la U. de Columbia. En 2002, junto a Chang-Tai Hsei, publicó un paper sobre los efectos de la subvención por alumno y de la aparición de los colegios subvencionados en el sistema educacional chileno. Aquí, evalúa el proyecto de ley general de educación que está en el Congreso.
En los ‘80, Chile introdujo la subvención por alumno. ¿Cuál fue el efecto que tuvo en el sistema?
El financiamiento por subsidio facilitó la estratificación, es decir, la tendencia de que los niños vayan a la escuela con alumnos similares –los pobres con los pobres, los ricos con los ricos, etc.-. A pesar de que objetivamente las escuelas en Chile han mejorado, creo que esto ha creado insatisfacción entre muchas familias. Hay menos claridad en cuanto al efecto de los subsidios sobre el logro educativo medido por exámenes. A mi juicio, ha sido pequeño o nulo.
¿Por qué?
Mi percepción se basa en dos hechos. Primero, el desempeño de Chile en pruebas internacionales no ha variado mucho en los últimos 30 años. Segundo, los colegios privados no parecen tener grandes ventajas sobre los municipales en rendimiento una vez controladas las características de los alumnos. Esto sugiere que el transferir muchos alumnos al sector privado subió poco el rendimiento promedio. Uno puede discutir sobre si el efecto de introducir la subvención por alumno fue igual a cero o positivo, pero en todo caso mi impresión es que su magnitud fue modesta.
Permitir a los colegios subvencionados seleccionar a sus alumnos, ¿influyó en la estratificación?
Seguramente. La estratificación se da más fácilmente si los colegios pueden seleccionar a sus alumnos. Pero el tema no es tan sencillo. La estratificación sucede por los dos lados, padres y colegios, y mediante mecanismos a veces sutiles. Por ejemplo, la gran mayoría de los padres en Chile dice que sus hijos asisten al colegio que ellos querían. La estratificación no es “culpa” de los colegios, es resultado de la interacción de padres y escuelas, y a veces porque los padres ni siquiera postulan a un colegio en el que no se sentirían cómodos.
¿Qué le parece el proyecto de ley que plantea eliminar el lucro?
Permitir el lucro e incentivar la participación privada parecen no haber mejorado mucho los aprendizajes en Chile. Esto también sugiere que eliminar el lucro tampoco tendría efectos enormes sobre los rendimientos. Vi columnas y entrevistas de Eduardo Engel y Alejandra Mizala que sugieren que el tema raíz está en ver cómo se incentiva al sistema a mejorar el rendimiento, y en eso estoy de acuerdo.
¿Cómo se puede entonces mejorar el rendimiento?
Hay que probar políticas y evaluarlas con mucho cuidado. En el sector educativo de Chile históricamente se han implementado políticas “de punta”. Sin embargo, rara vez se han implementado de una manera que facilite su evaluación. Es en parte por eso que tenemos discusiones ex post sobre su efectividad.
¿Estaría de acuerdo con que los colegios con financiamiento público seleccionen a sus alumnos?
Hay argumentos para intentar disminuir la estratificación. Sin embargo, hay que pensar bien en cómo lograrlo. Una cosa que demuestra Chile es que los colegios responden a los incentivos. Entonces, algo que se podría ensayar es la subvención diferenciada o se podría continuar permitiendo el funcionamiento con fines de lucro, pero a cambio de aceptar una proporción de alumnos de forma aleatoria.
