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Se estima que el descubrimiento del cobre se produjo 6.000 años antes de Cristo.

Desde épocas prehistóricas, el cobre habría sido uno de los primeros metales usados por nuestros ancestros para fabricar herramientas y utensilios. Los sumerios habrían sido uno de los primeros pueblos en conocer y usar este metal para fabricar objetos, tales como armas, monedas, etc.
Su uso fue tan importante, que incluso dio pie para que sendas épocas de la historia fueran conocidas como Edad de Cobre y Edad del Bronce.

Hacia el 3000 a.C., los egipcios ya utilizaban el cobre en una variedad muy amplia de objetos creados para satisfacer las necesidades de la vida cotidiana. Asimismo, perfeccionaron el procedimiento de aleación del cobre y el estaño, mezcla de la cual se obtiene bronce.

Durante los siglos siguientes, civilizaciones como la china, fenicia, griega e incluso culturas americanas precolombinas utilizaron este rojizo metal.

En la Edad Media se usó para fabricar principalmente piezas bélicas, tales como: hachas, espadas, cascos y corazas.

Más tarde, este metal perdió importancia, pues en muchas aplicaciones fue sustituido por el hierro u otros metales. Sin embargo, hoy es el más empleado, debido a sus excelentes condiciones de resistencia y conductividad.

Así, el rápido desarrollo de la industria eléctrica, electrónica e informática lo han convertido en un material indispensable para confeccionar productos que resultan esenciales en nuestras vidas, empezando por un simple cable de cobre. Otros productos de importancia para nuestra cotidianidad son las tuberías de agua o los electroimanes.

En la actualidad, una casa moderna requiere cerca de unos 200 kilos de cobre, prácticamente el doble de lo que se usaba hace 40 años, pues posee más baños, más aparatos eléctricos, más teléfonos y más computadores.

Pero también aparece en elementos mucho menos evidentes, como las monedas, utensilios de cocina, objetos de arte, adornos, pinturas, instrumentos musicales, etc.

Producción del cobre

Cobre

Chile es el mayor productor de cobre en el mundo y este metal es su principal producto de exportación.

El cobre aparece vinculado en su mayor parte a minerales sulfurados, aunque también se lo encuentra asociado a minerales oxidados. Estos dos tipos de mineral requieren de procesos productivos diferentes, pero en ambos casos el punto de partida es el mismo: la extracción del material desde la mina a tajo (rajo) abierto o subterránea que, en forma de roca, es transportado en camiones a la planta de chancado, para continuar allí el proceso productivo
del cobre.

Chancado: etapa en la cual grandes máquinas reducen las rocas a un tamaño uniforme de no más de 1,2 cm.

Molienda: grandes molinos continúan reduciendo el material, hasta llegar a unos 0,18 mm, con el que se forma una pulpa con agua y reactivos que es llevada a flotación, en donde se obtiene concentrado de cobre. En esta parte, el proceso del cobre puede tomar dos caminos: el de la fundición y electrorrefinación (etapas mostradas en esta infografía), o el de la lixiviación y electroobtención (ver infografía inferior).

Fundición: para separar del concentrado de cobre otros minerales (fierro, azufre y sílice) e impurezas, este es tratado a elevadas temperaturas en hornos especiales. Aquí se obtiene cobre RAF, el que es moldeado en placas llamadas ánodos, que van a electrorrefinación.

Lixiviación: es un proceso hidrometalúrgico, que permite obtener el cobre de los minerales oxidados que lo contienen, aplicando una mezcla de ácido sulfúrico y agua.

– Electrorrefinación: los ánodos provenientes de la fundición se llevan a celdas electrolíticas para su refinación. De este proceso se obtienen cátodos de alta pureza o cátodos electrolíticos, de 99,99% de cobre.

Electroobtención: consiste en una electrólisis mediante la cual se recupera el cobre de la solución proveniente de la lixiviación, obteniéndose cátodos de alta pureza.

Cátodos: obtenidos del proceso de electrorrefinación y de electroobtención, son sometidos a procesos de revisión de calidad y luego seleccionados, pesados y apilados.

Despacho y transporte: los cátodos son despachados en trenes o camiones hacia los puertos de embarque y desde ahí, a los principales mercados compradores.

Formas de extracción

Cobre

La extracción de cobre se puede hacer desde una mina a tajo (rajo) abierto o subterránea.

La extracción subterránea: se realiza cuando un yacimiento presenta una cubierta de material estéril muy espesa, lo que hace que la extracción desde la superficie sea muy poco rentable. Para ello se realizan distintos tipos de faenas bajo el suelo, las que pueden ser horizontales en túneles o galerías, verticales en piques o inclinadas en rampas.

La extracción a rajo abierto: se hace cuando una mina presenta una forma regular y el mineral está ubicado en la superficie y el material estéril que lo cubre pueda ser retirado con facilidad. Un rajo se construye con un determinado ángulo de talud, con bancos y bermas en las que se realizan las tronaduras (detonaciones), de donde sale el material que luego será transportado por estas mismas vías en grandes camiones.

Química del cobre

En la tabla periódica de los elementos, el cobre tiene su propio símbolo, Cu.
Su número atómico es 29, su masa atómica es 63,546, su punto de fusión es de 1.080 C°, su punto de ebullición es de 2.350 C°, y es definido como un metal de transición, no ferroso.

El cobre, en estado natural, es de color rojizo y se encuentra formando parte de muchos compuestos naturales: cuprita, bonita, malaquita, etc. Su utilidad se debe a la combinación de sus propiedades químicas, físicas y mecánicas, así como a sus propiedades eléctricas y su abundancia. Aunque es extraído de manera industrial en yacimientos mineros, el cobre se encuentra en nuestros alimentos, en el agua e incluso en el aire que respiramos.

Usos del cobre

El cobre forma parte del mundo que nos rodea. Está en nuestras casas y en los lugares donde trabajamos o estudiamos, en los medios que utilizamos para transportarnos, en artefactos sofisticados y artesanales, en las computadoras y las industrias, en pequeños adornos y en grandes estatuas.

Además los alambres de cobre transportan energía y transmiten información.

Su presencia puede pasar desapercibida, pero está allí, utilizado como un material resistente, durable, reciclable y con alta conductividad térmica y eléctrica. Son propiedades que garantizan su vigencia como una materia prima esencial para la construcción de la civilización iniciada hace miles de años.

El cobre refinado comercializado por empresas como Codelco es transformado posteriormente en materia prima elaborada destinada a abastecer la industria manufacturera de productos para el consumo de la sociedad.

La industria de la construcción es uno de los principales consumidores de cobre, utilizado para el cableado de edificaciones, tuberías de agua y de gas, sistemas térmicos, techumbres, terminaciones, o como componente estructural. Una casa moderna requiere unos 200 kilos de cobre, prácticamente el doble de lo que se usaba hace 40 años, pues tiene más baños, más aparatos eléctricos, mayor confort, más teléfonos y más computadores.
     
El cobre es clave para la generación y distribución eléctrica ya que es un excelente conductor de esa energía. En el caso de las telecomunicaciones es la materia prima más común en la fabricación de cables telefónicos, y el desarrollo de nuevas tecnologías para aumentar la eficiencia en la transmisión de datos también posiciona a este material como una opción importante para el desarrollo de conectividad con banda ancha.

Entre los artículos de consumo el uso del cobre destaca en aquellos que están relacionados con la electricidad. Una computadora puede llevar más de 2 kilos de cobre, comenzando por los minúsculos microprocesadores que las hacen funcionar, cuyos modelos más avanzados incorporan este metal en su estructura.

Muchos fabricantes de equipos electrónicos prefieren usar el cobre porque es más eficiente en la conducción de la electricidad y dura más que otros materiales.

El cobre puede estar más cerca nuestro de lo que pensamos, ya sea en forma pura o como parte de aleaciones. Aparece en las monedas, utensilios de cocina, joyería, objetos de arte, adornos, muebles, maquillajes y pinturas, instrumentos musicales, ropa…

En el campo del transporte la presencia del cobre es muy importante. Este material está presente en automóviles, trenes, aviones, barcos e incluso en vehículos espaciales. Es utilizado en los motores, en los sistemas electrónicos y en los sistemas eléctricos.

Un automóvil nuevo utiliza unos 20 kilos de cobre, el doble de los 10 kilos que utilizaba en la década de 1970. Los cables de cobre incluídos en un modelo de lujo miden más de 1,5 kilómetros. Y si se trata de un avión el largo de los cables utilizados puede superar los 100 kilómetros.
     
Algunas propiedades del cobre, como el hecho que sea un buen conductor térmico, fuerte, resistente a la corrosión y no magnético, determina su utilización en aleaciones destinadas a la construcción de maquinaria especializada y piezas destinadas a procesos industriales.

El cobre también es utilizado en compuestos destinados a la agricultura, por ejemplo para compensar la deficiencia de este elemento vital en los suelos o en los cultivos.

¿Y en el futuro? El uso del cobre es compatible con la aparición de nuevas tecnologías que requerirán de un elemento con propiedades que lo hacen confiable y eficiente. Después de todo, ya lo hemos utilizado durante 10.000 años.

Lixiviación y electroobtención

Para obtener cobre de alta pureza (99,9%), se requiere de un proceso específico que permita sacar este mineral de los depósitos naturales que los contienen. Este proceso se conoce como lixiviación.

– Lixiviación: basándose en el principio de que los minerales oxidados son sensibles al ataque de soluciones ácidas, se aplica una sustancia de este tipo al material triturado, que viene del chancado. Este material, que se encuentra en las pilas de lixiviación, es regado (con aspersores o goteo) por unos 50 días con una disolución de ácido sulfúrico y agua, que formará una mezcla homogénea llamada sulfato de cobre.

Esta es llevada a unos estanques donde son limpiadas y luego a una planta de extracción por solvente (mezcla de parafina y resina orgánica), donde se obtiene una solución concentrada de cobre que pasa a la etapa de electroobtención.

– Electroobtención: aquí la solución electrolítica de cobre es llevada a las celdas de electroobtención, que tienen en su interior sumergidas unas placas metálicas. Estas corresponden alternadamente a un ánodo y un cátodo. Los ánodos son placas de plomo que hacen las veces de polo positivo, ya que por estos se introduce la corriente eléctrica; en tanto que los cátodos son placas de acero inoxidable, que corresponde al polo negativo, por donde sale la corriente. Así, el cobre del solución de sulfato de cobre migra hacia el cátodo, depositándose en su superficie.

Luego de siete días, se procede a su cosecha. Esta consiste en la limpieza con agua caliente y la extracción del cobre con una máquina especial (despegadora), en ambas caras de la plancha.

Chile y el cobre

Nuestro país es el mayor productor de cobre en el mundo y este metal es su principal producto de exportación. De hecho, en el 2004, las exportaciones de este metal representaron el 45% del total de la industria exportadora chilena, que equivale al 60% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, calculado en unos 90.000 millones de dólares. El principal mercado es el continente asiático (47%), seguido por Europa (35%), Norteamérica (11 %) y Sudamérica (7%), según datos de 2003. La producción de la gran minería del cobre se encuentra compartida entre empresas privadas y del Estado (Codelco). Las divisiones de esta última empresa produjeron cerca del 32% del total nacional del 2004. El restante porcentaje corresponde a las minas pertenecientes a capitales privados. La producción anual de cobre se sustenta en la extracción que se realiza en las distintas minas de nuestro país, entre ellas: Chuquicamata, El Teniente, El Salvador, Escondida y Collahuasi.

Algunas minas de nuestro país:

Mina el tenienteEl Teniente
Formalmente llamada Codelco División El Teniente, esta mina chilena se encuentra ubicada bajo el cerro del mismo nombre, en la comuna de Machalí, Región del Libertador General Bernardo O’Higgins. Se compone de casi 2.400 km de galerías subterráneas, por lo que se considera la mina subterránea de cobre más grande del mundo. ¿Quieres conocer más sobre este tema?

Escondida
De propiedad privada es una de las minas de mayor producción nacional y mundial de cobre. Escondida es una mina a rajo abierto, que se ubica a 170 kilómetros al sureste de la ciudad de Antofagasta. En el 2004, su producción anual fue de 1.195.100 toneladas métricas de cobre.

Chuquicamata
Este complejo minero, perteneciente a la División Codelco Norte, se ubica a 16 km de Calama (Segunda Región). Es la mina a rajo abierto más grande del mundo. Consta de dos yacimientos: La Mina Sur y Chuquicamata. En el 2004, su producción alcanzó un total de 691.800 toneladas métricas de cobre.

Mina Radomiro Tomic
Junto con Chuquicamata forma, desde el 2002, la División Codelco Norte. Radomiro Tomic es una mina a rajo abierto que está ubicada en la Segunda Región y a 3.000 msnm. Aunque fue descubierta en la década de 1950, sus operaciones comenzaron en 1995, después de que Codelco actualizara estudios de factibilidad para su explotación y contara con la tecnología necesaria para explotar este yacimiento, de manera económicamente rentable. Esta mina es el principal productor de cátodos de cobre del tipo SX-EW en el mundo. Este es un cobre obtenido mediante extracción por solvente y electroobtención. La producción 2004 de Radomiro Tomic alcanzó a 291.000 toneladas métricas.

 

Impacto Profundo

Utilizando cobre chileno como materia prima, la NASA construyó un proyectil que fue lanzado por la sonda denominada Deep Impact (Impacto Profundo), que se estrelló contra el cometa Tempel 1. Esto, con el objetivo de estudiar a fondo de qué están hechos estos astros y, además, obtener nuevos datos sobre el origen del Sistema Solar. En la mina El Salvador (III Región) se elaboraron las siete planchas de cobre (cátodos de alta pureza), de unos 350 kilos, con las que se construyó dicho proyectil. La idea de usar cobre para este artefacto se basó en que, al producirse el impacto, el cobre no crearía interferencias ni mezclas con las observaciones espectrales de los materiales que surjan desde el cráter del cometa.


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