Inglaterra, Francia y Holanda
Inglaterra
El principal objetivo colonialista de Gran Bretaña era India y cuando se consolidó en ese país (la reina Victoria se convirtió en emperatriz de la India en 1877), extendió su poder hacia el este: Birmania (Myanmar), Siam (Tailandia) y Malaca (parte de Malasia) y el oeste con Beluchistán (parte de Irán y Pakistán) y Afganistán.
Inglaterra fundó varios protectorados para resguardar a la India, la cual, gracias al cultivo del algodón, adquirió gran relevancia para la economía británica.
En 1841, Inglaterra se estableció en la isla de Hong Kong, donde, apoyada por otras potencias y a pesar de la resistencia del imperio chino, forzó a este último a abrir sus puertos y fronteras. Los ingleses usaron como pretexto para la guerra la prohibición China de importar opio en 1839 y la destrucción de los almacenes de opio de propiedad británica en Cantón.
Aparte de Inglaterra, los otros países beneficiados fueron Francia, Alemania y Rusia, con concesiones territoriales que les permitieron afianzar sus fuerzas militares y navales. Asimismo, lograron ventajas económicas, construyeron ferrocarriles, comenzaron la explotación del petróleo y otras materias primas y percibieron derechos aduaneros preferenciales.
A pesar de que China se mantuvo como un Estado independiente, en lo económico pasó a depender completamente de las potencias imperialistas.
Francia
Francia se convirtió en un auténtico imperio colonial a partir de la III República, en 1873, cuando desde Cochinchina se apoderó de Vietnam y Laos, fundando la Unión Indochina (Vietnam, Camboya, Laos y parte de Tailandia), en 1887.
Holanda
Holanda también intervino en Asia, apoderándose de las islas de la Sonda (Java, Sumatra, Bali, Timor, entre otras) y de parte del archipiélago malayo.
Asoma Estados Unidos
A fines del siglo XIX este país dejó atrás la doctrina del presidente James Monroe, que se resumía en la frase «América para los americanos», y abandonó su aislamiento.
Después de apoyar con éxito a Cuba en su guerra de independencia de España, en 1898, obtuvo Puerto Rico, Guam, las islas Marianas y las Filipinas. Cuba quedó sometida a una tutoría estadounidense, y entró en un periodo político con frecuente intervención de ese país en el campo económico y militar. En 1893, EE.UU. ya había anexado el archipiélago de Hawaii.
En 1903, luego de reconocer la independencia de Panamá (que se separó de Colombia), Estados Unidos construyó en este país el canal de Panamá, lo que en la práctica significó que se convirtiera en su protectorado. Desde 1901, y al amparo de la idea del panamericanismo, Estados Unidos ha intervenido prácticamente en todos los conflictos ocurridos en América.
Japón se abre al mundo
Japón fue la excepción en Asia, ya que se transformó en una potencia imperialista. Este país se mantuvo alrededor de 200 años casi completamente aislado del resto del mundo, pero en 1853 la amenaza de los cañones del comodoro estadounidense Mathew Perry lo obligó a abrir sus puertos al comercio internacional. En la era Meiji (1868-1912) se realizaron reformas que lo convirtieron en un Estado moderno al estilo occidental, además de una de las primeras potencias del mundo industrializado.
En 1890, Japón pasó a ser una monarquía constitucional y su desarrollo fue a la par con la aparición del nacionalismo y las revueltas sociales. La victoria militar sobre Rusia, en 1905, lo elevó a potencia colonial, con la ocupación de Corea, en 1910.