El relieve de esta región determina que los elementos del clima sean cambiantes, tanto en sentido transversal como longitudinal.
Se distinguen cuatro tipos de clima:
– Templado cálido con estación seca corta de cuatro meses: se observa en la parte centrooeste de la depresión intermedia, penetrando hacia el sur hasta las cercanías de Nueva Imperial. Muestra abundantes precipitaciones en invierno, las que se tornan escasas e, incluso, llegan a desaparecer por completo en verano. Sus promedios pluviométricos anuales son cercanos a los 2.000 mm y se concentran sobre todo entre los meses de marzo a noviembre. Las temperaturas presentan amplitudes moderadas entre el día y la noche, alcanzando registros medios anuales de 11° C.
– Templado lluvioso con influencia mediterránea: ocupa las planicies litorales, algunos sectores de la depresión intermedia y espacios de la cordillera bajo la cota de los 900 msnm. Las temperaturas fluctúan entre 17,2° C en enero y 7,6° C en julio, con una media anual de alrededor de 12° C. Las precipitaciones se presentan durante todo el año, aunque en los meses de enero y febrero bajan considerablemente, promediando solo 28 mm. La cantidad caída anual oscila entre 1.000 mm en los relieves más bajos y 2.000 mm en los más altos.
– Templado frío lluvioso: se desarrolla en las laderas andinas y costeras entre los 900 y 2.000 msnm. Recibe anualmente precipitaciones que oscilan entre los 2.000 y 3.000 mm. En cuanto a la temperatura, sólo en cuatro meses del año presenta un promedio superior a los 10° C.
– Hielo por efecto de altura: se presenta sobre los 1.800 msnm y se caracteriza por tener temperaturas bajas durante todo el año, mayoritariamente inferiores a 0° C y precipitaciones de tipo nivoso.