El trabajo
El trabajo es una necesidad que el hombre percibe como absolutamente imprescindible, debido a que no solo proporciona los ingresos necesarios para adquirir los bienes necesarios, sino que también dignifica y aumenta la autovaloración. En Chile, como en la mayoría de los países, la inserción en el mundo del trabajo está regulada por dos factores: las leyes laborales fijadas por el Estado; y por las condiciones de oferta y demanda del mercado laboral. La regulación del Estado se refiere al cuerpo legal (Código del Trabajo) en el que se apoyan pautas como el contrato de trabajo, la protección social, y los derechos y deberes tanto del empleado como del empleador. Encontramos aquí la fijación de las condiciones del trabajo y de los salarios.
El salario mínimo es la remuneración más baja -la fija el Estado- que un empleador está obligado a pagar por una jornada de trabajo. En el caso de los empleados públicos, se cumple con un estatuto que define una escala única de remuneraciones y las formas de calificación para ascender. El mercado laboral, al igual que los bienes y servicios, se define en base a la oferta y la demanda. De esta manera, el número de personas que se contraten en una empresa dependerá fundamentalmente de factores como el nivel de los sueldos, la cantidad de bienes o servicios producidos en relación a un tiempo y a un costo, y el precio de venta de esos bienes o servicios en el mercado.
Trabajo dependiente e independiente
La incorporación al mundo laboral se puede realizar bajo dos modalidades: como trabajador dependiente o independiente. Es un trabajador dependiente aquella persona que forma parte de una empresa u organización donde se establece una relación formal entre empleado y empleador, mediante un contrato que estipula una relación de dependencia y subordinación.
El trabajador independiente es aquel que lo hace por cuenta propia, tales como profesionales o empresarios. No tienen un empleador, poseen ingresos (remuneraciones) variables y administran de manera autónoma tanto su tiempo como sus sistemas de previsión y salud. Algunos ejemplos de esta modalidad de trabajo son los comerciantes, los médicos que tienen una consulta propia y los artesanos que poseen un puesto.
El consumo
El crecimiento económico del país le ha permitido a la población tener acceso a bienes y servicios cada vez más variados. Pero esta misma accesibilidad ha impuesto a los consumidores no solo la difícil tarea de la elección, sino también la posibilidad de adquirir bienes y servicios de dudosa calidad.
En Chile se ha difundido la idea de que el consumo debe ser un acto informado y responsable, en el que el consumidor es un ciudadano con derechos y deberes. Por lo mismo, en 1997 se promulgó la Ley de Protección de los Derechos del Consumidor, que por cierto también establece deberes.
Las denuncias frente a los incumplimientos en un acto de consumo se ejecutan a través del Servicio Nacional del Consumidor, Sernac.
Derechos del consumidor
– Poder elegir libremente un bien o servicio.
– Recibir información veraz y oportuna de los bienes y servicios que el mercado ofrece. – No ser discriminado por parte de los proveedores.
– Tener la seguridad de que los bienes y servicios que consume no atentan contra su salud ni el medio ambiente.
– Obtener reparación o indemnización por los daños que un bien o servicio adquirido pueda ocasionarle.
– Recibir educación para ejercer un consumo responsable.
Ayuda al consumidor
En Chile existen solo dos organizaciones privadas sin fines de lucro que velan por los derechos del consumidor: la Confederación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus) y la Organización de Consumidores y Usuarios de Chile (Odecu). Ambas instituciones tienen como fin hacer más transparente la relación entre consumidores y proveedores. En Conadecus la preocupación se enfoca a ayudar a quienes han sido afectados por la adquisición de algún producto o servicio ineficiente, mediante la orientación sobre qué deben hacer y dónde pueden recurrir. En Odecu se da asesoría y se trata de conciliar las partes antes de que recurran a una instancia mayor, como es el litigio.