Frente a lo desconocido el Homo sapiens elaboró creencias de toda índole, acompañadas de ritos y costumbres. Es difícil saber qué finalidad tendrían objetos que hoy calificamos de manifestaciones artísticas.
Durante la Tercera Glaciación surgieron las primeras formas de una nueva especie: el Homo sapiens. Con el tiempo se diferenciarían dos subespecies: el Homo sapiens neanderthalensis y el Homo sapiens sapiens.
En Alemania se encontró un fósil preneandertalense de, al menos, 200.000 años y en Israel se ha encontrado un fósil de hace unos 100.000 años antecesor del Homo sapiens sapiens, en compañía de restos neandertalenses y de los últimos vestigios de Homo erectus, que se extinguió hace unos 90.000 años. Con la aparición del Homo sapiens se inicia el Paleolítico Medio.
La capacidad craneal del Homo sapiens triplicaba a la del Homo habilis.
Homo sapiens
En un primer momento, las diferencias entre las dos subespecies de Homo sapiens eran pequeñas, al igual que las diferencias culturales respecto al Homo erectus.
No obstante, al principio de la cuarta glaciación, hace unos 80.000 años, encontramos ya una cultura neandertal claramente definida. Entre sus nuevas costumbres se encontraba la de enterrar a los difuntos, y entre sus nuevas habilidades, la fabricación de flechas.
El Homo sapiens se extendió por Europa, Asia y África. Cazaba todo tipo de animales y se adaptó con eficiencia a cada medio ambiente. Hace unos 40.000 años, el Homo sapiens sapiens se convirtió en el primer poblador humano de Australia.
Hace unos 35.000 años empezó a manifestar su superioridad cultural frente al hombre de Neandertal, dando inicio así al Paleolítico Superior.
A esta época corresponden los restos más antiguos conocidos de arte prefigurativo (incisiones y marcas decorativas en hueso y en piedra). Asimismo, se desarrolla el lenguaje articulado.
Hace unos 25.000 años se extinguió el hombre de Neandertal, con lo que el Homo sapiens sapiens pasó a ser la única especie humana sobre la Tierra.
Aparte de mínimas diferenciaciones raciales, no se ha producido ninguna evolución fisiológica importante desde entonces. La extraordinaria evolución del hombre ha sido puramente cultural.
Hace al menos 23.000 años el hombre pobló América por primera vez. Accedió a ella desde Siberia, cruzando un estrecho de Bering seco o helado. Así, el hombre no tardó mucho en poblar prácticamente la totalidad de la Tierra.