Así, el testimonio, la nota periodística, la carta, y todo lo que hoy las editoriales engloban bajo el rubro de «no ficción» (excepto el ensayo, que es literario) son ejemplos de géneros que, aunque dentro de ellos a veces se produzcan textos de «valor literario», no son literarios en principio, ya que su principal función es la de transmitir una información. En ocasiones la información es transmitida con arte y por eso ingresa a la literatura.
Algunos de los textos que se consideran pertenecientes al género no literario son:
• Diálogos filosóficos (Fedro, El Banquete de Platón)
• Tratados (Ars Amandi de Ovidio, Estudios sobre el amor de Ortega y Gasset)
• Cartas
• Confesiones
• Memorias
• Testimonios (Cartas de Abelardo y Eloísa; de Carmen Arriagada a Mauricio Rugendas)
• Las instrucciones de un electrodoméstico
• La nota periodística
• La reseña
• Afiches
• Boletas
• Artículos cíentíficos
• Tesis
• Ponencias
• Monografías
• Textos históricos
El ensayo
Aunque tiene la forma de un estudio de investigación sobre temas científicos o literarios, es diferente, ya que su finalidad es vulgarizar determinados conocimientos, interpretar un tema con un criterio puramente subjetivo, en forma amena y brillante. Su principal importancia es que, gracias a su brevedad, novedad y belleza, facilita la comprensión de los temas que trata.