Desde los comienzos de la Colonia, las actividades agrícolas llamaron a la fabricación de implementos de trabajo propio. Surgió así una artesanía determinada para los jinetes del campo que conforman los huasos.
Huasos y sus artesanías
Montura
Se distinguen tres tipos de monturas. Una es la «chilena», sencilla y práctica, tiene pequeñas variantes según el lugar donde se emplea; la de «viaje» que tiene grandes dimensiones, amplia, alta con gruesos pellones de cuero lanar; y finalmente, la «corralera» de finas terminaciones.
En su confección se utiliza desde el cuero de oveja, badana, novillo, chancho, hasta el carpincho y reno. Los huasos la han adaptado al rodeo.
Estribos
Son dos piezas de madera tallada que penden de la montura y sirven de apoyo al pie del jinete al momento de montar. Además cumplen las funciones de proteger y sostener durante la cabalgata.
En su confección se utilizan diversas maderas como el hualaño, naranjo, peral, nogal, litre, luma y el quillay nevado que crece en las altas cumbres y es endurecido, según se cuenta, por la nieve.
Los estriberos cortan trozos de un tronco y con desbaste grueso lo dejan del tamaño y volumen deseado, después precisan su forma, haciendo uno exacto al otro. Sin dibujo previo proceden a la talla, creando relieves de todos tipos, formas geométricas, estilizaciones de plantas y flores.
Aquí se define el estilo de los artesanos estriberos.
Espuelas
Son dos piezas metálicas que tienen la finalidad de incitar o dominar al caballo. Están formadas por una rodaja de 12 centímetros aproximadamente y posee entre 14 y 24 púas de 14 puntas.
Se las decora con las caladuras y que miden 12 centímetros de alto. El enchapado de las espuelas sin rodaja otorga a ellas el metal que las recubre: plata, alpaca, níquel, etc. Los mejores espueleros se encuentran en Melipilla, Linares y Chillán.
Riendas
Se confeccionan con tres trenzadas de cuero crudo y en uno de sus extremos tienen ojales y anillos que les sirven para ser unidas al bocado metálico del cabezal, los otros extremos se unen y de ahí nacen el rebenque, pieza de cuero, destinada a golpear al caballo.
El sombrero
En la evolución de nuestra historia, el sombrero ha ido cambiando. Crecieron sus alas y desapareció la punta hasta parecerse al sombrero andaluz.
Existen sombreros de paño, poco artesanales y de fibras vegetales como paja de trigo, teatina, achupalla, pita, mimbre, etc.
Las artesanías de sombrero huasos se dan en Ñuble, Colchagua y Curicó.
Mantas y chamantos
De la larga manta de nuestros aborígenes, los huasos heredaron el «poncho» o manta. El «poncho» abrigador se teje desde el Valle del Elqui hasta Chiloé. Las mantas más finas se tejen en Doñihue y son cortas en comparación al poncho.