Diego Portales fue un influyente político, ministro de Estado y comerciante. Lideró la ofensiva contra la Confederación Perú-Boliviana y su ideología fue la base sobre la cual se erigió el Chile republicano.
Nació en Santiago el 15 de junio de 1793, ingresó a estudiar al Convictorio Carolino y después siguió la carrera de leyes en el Instituto Nacional. No obstante, en 1817 se recibió como ensayador de metales, aunque comenzó a trabajar como comerciante junto a José Luis Cea, con quien creó una asociación, radicándose en Perú.
Comerciante
En 1824, Portales y Cea se adjudicaron el monopolio o estanco del tabaco, licores extranjeros, té y naipes, con el compromiso de pagar una deuda contraída por Chile en Londres. En 1826, el Congreso determinó que el estanco retornara al gobierno.
Un ministro influyente
Luego de esta experiencia, comenzó a frecuentar el ambiente político y en 1830 fue nombrado como ministro de Interior, de Relaciones Exteriores y de Guerra y Marina, por el presidente José Tomás Ovalle.
Luego de la victoria de los conservadores en la batalla de Lircay, el 17 de abril de ese año, Portales ejerció su influencia en la marcha de la nación. Dio de baja a varios jefes militares del bando contrario, creó la Guardia Cívica, para equilibrar el poder del ejército, y controló a la prensa opositora.
Portales dejó sus cargos gubernamentales en 1831, siendo nombrado gobernador de Valparaíso. La Constitución de 1833 recogió sus ideas de un Estado impersonal y fuerte, demostrando su influencia política.
Comenzó a influir en el gobierno de José Joaquín Prieto, influencia combatida por Manuel Rengifo, un eficiente ministro de Hacienda, y defendida por Joaquín Tocornal, ministro del Interior.
Prieto nombró a Diego Portales como ministro de Guerra, quien mantuvo esa cartera y asumió también la del Interior cuando Tocornal reemplazó a Rengifo como ministro de Hacienda.
Guerra contra Perú y Bolivia
En 1836, Diego Portales tuvo que enfrentar a la Confederación Perú-Boliviana que era dirigida por el mariscal Andrés de Santa Cruz. Mientras, el general Ramón Freire intentó dar un golpe de Estado contra el gobierno de Prieto.
Portales ordenó la captura de los barcos peruanos del Callao, a lo que Santa Cruz no se opuso con la condición de que no se rompieran las relaciones diplomáticas. Sin embargo, Portales estaba decidido a la guerra.
El ministro Mariano Egaña fue enviado a dialogar con los confederados, pero las tratativas fallaron y se declaró la guerra.
Muerte de Portales
El enfrentamiento resultó ser fatal para Portales, ya que generaba malestar en Chile, incluso entre la propia oficialidad del ejército. Aquello concluyó en el arresto de Portales mientras revisaba las tropas en Quillota, el 3 de junio de 1837.
Durante su traslado a Valparaíso, ordenado por el coronel Antonio Vidaurre, los amotinados fueron vencidos por las fuerzas leales al ministro, en el cerro Barón el 6 de junio.
El capitán Santiago Florín, que estaba al mando del piquete que custodiaba a Portales, ordenó su fusilamiento al saber de la derrota. Luego de los disparos, Portales fue rematado con bayonetas, falleciendo, pero dejando tras de sí las bases del Chile republicano.