En el cuerpo de una abeja se distinguen claramente tres partes: la cabeza, el tórax (la parte intermedia) y el abdomen (la parte posterior). El cuerpo está cubierto de una especie de caparazón, es su exoesqueleto (esqueleto externo). En éste se observan divisiones o segmentos. Además todo está cubierto de pelos que le sirven para que se les pegue polen y también para poder limpiarlo y recogerlo.
En el tórax tienen dos pares de alas que están enlazadas y parecen un par. Las alas son suaves y delgadas.
Tienen seis patas unidas al tórax. Son articuladas y llaman la atención las patas posteriores porque tienen una parte ensanchada que se llama el cesto del polen porque les sirve para recogerlo.