La sílaba que en una palabra lleva el acento se llama sílaba tónica, la que no lo lleva se denomina átona.
Las sílabas se clasifican por el acento en:
– Tónicas o fuertes: aquellas que se pronuncian con mayor intensidad porque recae en ellas el acento principal.
– Átonas o débiles: las inacentuadas, pronunciadas con una menor intensidad. Casi todas las palabras, analizadas individualmente, tienen un acento que puede aparecer en una de las cuatro últimas sílabas, siempre que sea polisílaba, e incluso en el caso de que tenga una sola, ésta es fuerte.
Atendiendo a la posición que el acento ocupa, las palabras se dividen en:
– Agudas u oxítonas: Se acentúan en la última sílaba: sofá, baúl, reloj.
– Llanas o paroxítonas: Se acentúan en la penúltima sílaba: pesa, ramo, bosque.
– Esdrújulas o proparoxítonas: Se acentúan en la antepenúltima sílaba: pájaro, bárbaro, murciélago.
– Sobresdrújulas o superproparoxítonas: Se acentúan en la sílaba anterior a la antepenúltima. Las palabras sobresdrújulas son poco frecuentes en español, se reducen casi siempre a los adverbios terminados en -mente o a palabras compuestas formadas por un verbo y dos pronombres enclíticos: diariamente, desgraciadamente, cuéntamelas, siguiéramoslo.