Tomando en cuenta que las obras literarias, en este caso las poéticas, se realizan en diferentes épocas y circunstancias, se han dividido en subgéneros o formas menores de acuerdo a sus características. Algunos de estos subgéneros son:
La epístola
Es una carta escrita en verso. El destino de este tipo de misiva es, entre otros, elogiar, censurar, satirizar o enseñar. Ejemplo: Epístola a Boscán, de Garcilaso de la Vega.
Canción y madriga
Tienen en común la expresión del sentimiento amoroso, triste o alegre, mencionados a menudo en forma de canto, con música. Ejemplo: Si una espina me hiere, de José Martí.
La égloga
Es una composición pastoril, dialogada y expresa amores apasionados. Ejemplo: Las églogas de Garcilaso de la Vega.
La oda
Expresa sentimientos de admiración y entusiasmo. Suele tener un carácter solemne y usar un lenguaje que manifiesta gran admiración. Pablo Neruda cultivó este género, pero con otra intencionalidad, en Oda al caldillo de congrio y Oda a la cebolla.
La elegía
Es una composición donde el poeta manifiesta su dolor ante una desgracia privada o un desastre nacional. Se considera a la obra Canción a las ruinas de Itálica, de Rodrigo Caro, como modelo del género.
El epitafio
Es un poema breve que se coloca habitualmente sobre la tumba de una persona. Es un ruego o una meditación sobre la persona sepultada, o un recuerdo de sus cualidades.
La sátira
Censura los vicios o ridiculiza los defectos humanos. Puede ser alegre o seria.
Érase un hombre a una nariz pegado;
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba
érase un peje espada muy barbado.
(Soneto A una nariz, de Francisco de Quevedo y Villegas, español).
Uno de los autores famoso por sus sátiras fue el romano Horacio.
La copla
Es cualquier composición poética breve, que sola o en serie sirve de letra en una canción popular.
Ejemplo:
Todos los días me paso
como garza en la laguna,
con el pescuezo estirado
sin esperanza ninguna.
(Popular, anónimo).