El aumento de la temperatura corporal es una forma en que el cuerpo alerta sobre la posible presencia de virus, bacterias o enfermedades. Pero ¿cómo podemos identificar con qué temperatura es fiebre?
Antes de responder a esta pregunta es necesario comprender que, por cada grado de temperatura que aumenta en el cuerpo, el consumo de oxígeno aumenta cerca de un 13%, a lo que se suma la necesidad corporal de ingerir líquidos y alimentos ricos en calorías.
¿Con qué temperatura es fiebre?
¿Cómo podemos identificar con qué temperatura es fiebre? En un adulto, una temperatura igual o superior a los 38°C (100.4°F) es un indicio de que algo no anda bien en el cuerpo.
Sin embargo, es importante señalar que la temperatura corporal varía durante gran parte del día. De esta manera, es posible que un adulto tenga fiebre al superar los 37,5°C durante algún período del día.
La temperatura óptima de una persona sana varía entre los 36ºC y 37,1ºC.
En el caso de los niños, es posible que se encuentre frente a un aumento de temperatura corporal o fiebre cuando:
- Su temperatura corporal supere los 38°C (100.4°F) tras medir su condición con un termómetro de vía rectal.
- Cuando su temperatura corporal indique que tiene 37,5°C (99.5°F) medidos por vía oral, con un termómetro bucal.
- O que su cuerpo registre una temperatura de 37,2°C (99°F), al medirlo con un termómetro axilar, es decir, un instrumento puesto bajo su brazo.
¿Qué es la fiebre?
Unas de las principales defensas que posee el cuerpo humano es la fiebre. El aumento de la temperatura corporal es un indicador de que el sistema inmune se encuentra enfrentando una batalla con virus, bacterias o enfermedades.
En el caso de los recién nacidos, es común que presenten fiebre por virus leves o enfermedades menores, ya que su cuerpo recién se está adaptando y preparando para salir a un mundo lleno de infecciones.
Tanto en adultos como niños, es recomendable seguir de cerca los síntomas de la fiebre. Esto, debido a que si esta condición se prolonga por más de 3 días, es necesario acudir a un médico.