A pesar de que el jazz es un tipo de música contemporáneo, se trata de una corriente musical que se extendió ampliamente a través de todo el mundo. Sus orígenes los encontramos en la comunidad negra estadounidense constituida por africanos que llegaron a América como esclavos. Así, ellos adaptaron su música ritual a la liturgia cristiana, lo que originó el negro-spiritual o espirituales, un tipo de música cantada por un coro en las parroquias de negros, base del jazz instrumental.
Luego de la Guerra Civil (1863) y la emancipación de los negros americanos, surgió el blues (canción triste), la música profana más importante para el hombre de color en Norteamérica. Posteriormente, aparecieron los primeros acordes de jazz instrumental cerca de Nueva Orleáns, los que se fusionaron con los del blues.
Asimismo, en los orígenes del jazz aparecen las marchas militares de los blancos y el ragtime, un género creado por los esclavos que imitaba la música de sus amos.
Los primeros conjuntos de jazz se reunieron en la ciudad de Nueva Orleáns, en el estado de Louisiana; y en general se trataba de pequeñas bandas integradas por una trompeta que embellecía la melodía del tema, un trombón que remarcaba las notas graves, y un clarinete. En el año 1917 se promulgó un decreto que cerraba la zona de Nueva Orleáns donde se presentaba la mayoría de los músicos de jazz, por lo que debieron trasladarse a Chicago. Esta ciudad albergó la llegada de bandas tan importantes como la de Jelly Roll Morton, y de figuras como la de Louis Armstrong, que convirtieron a Chicago en la nueva capital del jazz.
Durante la década de 1920, la trompeta de Louis Armstrong y el saxofón de Sydney Bechet renovaron el estilo de las piezas de jazz e impulsaron el énfasis de la improvisación solista. Ya a finales de este período el centro jazzístico por excelencia se situó en la ciudad de Nueva York, específicamente en el barrio negro llamado Harlem. Fue entonces cuando comenzaron a desarrollarse las primeras jam sessions.
Entre los años 1935 y 1940 tuvo lugar un período conocido como la era del swing, un estilo interpretado por grandes bandas de más de dieciséis músicos que se caracterizaban por la regularidad del ritmo, los sonidos contrastados en las distintas partes de la banda y por la gran improvisación de instrumentos solistas y voz. Muy destacadas fueron las bandas de swing dirigidas por Duke Ellington (acompañado de la vibrante voz de Ella Fitzgerald), Count Basie y Benny Goodman.
El jazz moderno
El «bebop» fue el primer estilo destacado de la década del 1940 que marcaría el inicio de nuevas formas expresivas en el jazz.
Prueba a hacer este ejercicio: repite varias veces la palabra bebop y te darás cuenta de que su nombre sugiere un ritmo. Sí, no estás equivocado: el bebop da la idea de una emisión rápida de notas.
Este estilo tomó sus esquemas del jazz tradicional y a ellos superpuso acordes adicionales, con lo que también rompió la regularidad rítmica de los estilos anteriores.
A fines de 1940 surgieron otras tendencias jazzísticas: «el cool», de ritmo lento y vibrante, y «el hard hop», que otorga gran importancia a la batería. Paralelamente a estas corrientes apareció el free jazz, basado en la improvisación libre, sin patrones armónicos ni rítmicos.
La investigación sobre nuevos estilos dió más tarde origen a lo que sería el «jazz fusión» que incluyó elementos musicales de culturas como la india, la árabe y la latinoamericana.
A principios de 1970 nació el estilo de fusión jazz-rock, que llevó a los músicos del jazz a experimentar con elementos electrónicos.
Tendencias y cultores
Como dijimos, el jazz fue experimentando variaciones al incorporar elementos de otros ritmos. Así se desarrollaron las tendencias, y dentro de ellas hay personajes que pueden ser considerados como hitos en el mundo del jazz:
– Bebop: Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Gene Krupa, Thelonius Monk.
– Cool: Miles Davis, Lester Young.
– Hard hop: Art Blakey, Horace Silver.
– Free jazz: Don Cherry, John Coltrane, Ornette Coleman.
– Jazz-rock: Chick Corea, John MacLaughlin.