Algunas fuentes señalan que la gallina es uno de los primeros animales domésticos que se mencionan en la historia escrita. Se hace referencia al animal en antiguos documentos chinos que indican que «esta criatura de Occidente» había sido introducida en China hacia el año 1400 a.C.
Sin embargo, otros documentos señalan que uno de de los primeros animales domesticados fue el perro.
«La relación del hombre con los animales durante las distintas épocas prehistóricas encuentra su reflejo también en el arte rupestre. Durante el Paleolítico Superior los grandes mamíferos salvajes eran la presa de comunidades de cazadores – recolectores. Existen estudios que indican, que los animales más representados no fueron siempre los más capturados. A partir del Neolítico el hombre empezó a dedicarse a la ganadería y la agricultura y se hizo sedentario. Las múltiples escenas postpaleolíticas de caza indican la importancia de ésta para poblaciones que ya habían empezado a criar animales y a cultivar la tierra. Al principio, los animales domésticos aseguraron alimento fresco. Con el tiempo el hombre aprendió que los animales podían servir para algo más: en vez de pasarlos solo por el estómago eran útiles también para montarlos, transportar cargas o para labrar la tierra. Incluso proporcionaron otros productos como leche o pieles. Uno de los primeros animales domesticados fue el perro. Este animal ha convivido con el ser humano como compañero de trabajo, empleado como ayuda en la caza, para proteger rebaños o como perro guardián» (…)
