Yo he visto una niña de ojos celestes, que todos los días se viste de verde.
Cuando ella va al río, sus ojos se parecen a un hermoso riachuelo que de lágrimas está hecho.
Si yo tuviera tiempo, miraría a sus ojos y te contaría todos los sentimientos que ahí son guardados.
Esa linda y dulce niña, se pasa todo el día recogiendo sus temores, sin miedo a los errores.
Si ella te reclama, es porque te ama sin miedo, a que lo sepas sus sentimientos se revelan.
Por: Bárbara Villalobos, 9 años.