Diego de Almagro avanzó desde el Cuzco hasta Reinohuelén por vía terrestre. Allí tuvo lugar la primera batalla entre españoles y mapuches que terminó con el regreso de Almagro a Perú.
Diego de Almagro partió desde el Cuzco en julio de 1535, por vía terrestre hacia Chile. Tras superar las adversidades del camino, avanzó al sur de nuestro país hasta alcanzar el valle de Aconcagua, cuyos indígenas le brindaron una favorable acogida.
Después exploró hasta el valle del río Maipo, mientras uno de sus capitanes, Juan de Saavedra, nacido en el pueblecito de Valparaíso, en Andalucía (España), caminó por la costa y descubrió un puerto, al que llamó Valparaíso, en recuerdo de su poblado natal.
Almagro traía como intérprete a un indio llamado Felipillo, que lo traicionó haciendo creer al curaca (jefe de los indios) que los españoles tenían intenciones de matarlo y apoderarse de sus tierras, y lo instó a darle muerte mientras dormía.
El jefe indio no se atrevió a tanto, pero huyó y se ocultó con sus indios. Felipillo intentó hacer lo mismo, pero se le dio alcance y fue descuartizado.
Entre tanto, Gómez de Alvarado, otro de los españoles que acompañaban a Almagro, siguió al sur en compañía de cien hombres. Su ruta le resultó muy penosa debido a las lluvias torrenciales y ríos desbordados.
El primer combate de Almagro
Cuando llegó a la unión del río Itata con el Ñuble, en el sitio llamado Reinohuelén, los indios mapuches les presentaron batalla, siendo éste el primer combate que se libró entre los españoles y los guerreros de esta raza aborigen.
Después de un largo batallar los indios se retiraron, dejando un centenar de prisioneros y varios muertos.
Gomez de Alvarado tuvo muchos soldados heridos y perdió treinta caballos. Intimidado ante la enérgica resistencia que había encontrado en estos nativos, como también por la falta de recursos y la crudeza del clima, resolvió regresar al norte.
Almagro, por su parte, más por la presión de sus compañeros que por propia decisión, resolvió volver al Perú, tanto para hacer presente sus derechos a la gobernación como para proteger los de su hijo, que habla llegado por esos días.
El conquistador español y sus hombres habían creído encontrar en Chile un segundo Perú; un territorio con ciudades, grandes extensiones cultivadas y muchas riquezas en oro y plata.
Por reacción natural, al comprobar que nada de eso existía, ejercieron presión sobre Almagro, quien decidió regresar para recuperar el Cuzco de manos de Pizarro.