Es un régimen político no democrático, en el cual los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial están concentrados en un pequeño grupo de dirigentes. En un estado totalitario, el pueblo puede participar en el proceso político a través de un solo canal, el partido único. Éste se encuentra orientado por una ideología que se arroga el derecho de controlar y regular la vida de las personas.
De este modo, los tres elementos de todo régimen totalitario son:
– Concentración del poder en el Estado.
– Partido único.
– Ideología totalizante.
Ejemplos de estados totalitarios son los estados socialistas inspirados en el marxismo- leninismo y el que fuera el Estado fascista italiano.
El totalitarismo se diferencia del autoritarismo en el grado de intensidad en que se manifiestan algunos de sus elementos comunes:
– Concentración de poder en una sola persona o grupo muy reducido, que puede incluso conducir al culto a la personalidad del líder.
– Justificación de la actuación política mediante una doctrina global que se manifiesta en todas las esferas de la actuación humana: economía, cultura, familia, religión.
– Empleo sistemático del terror para eliminar a la disidencia u oposición.
El elemento esencial que comparten los sistemas totalitarios es la voluntad de convertir la política estatal en un mecanismo para controlar todas las esferas de la actividad humana y ocupar todo el espacio social.