Escamas, placas, plumas, corazas, pelos y pieles desnudas son una muestra de la enorme variedad de cubiertas animales. La cubierta animal no es meramente un aporte a la estética del animal. Su función esta íntimamente relacionada con el medio en que subsiste el animal, es decir, la cubierta es una respuesta adaptativa del animal frente a su medioambiente.
Gruesas capas de pelo o lana, plumones o mantas adiposas, no sólo aíslan del frío y la humedad sino que generan una reserva para prevenir la falta de nutriente en momentos de escasez.
Por otra parte, una gran parte de la fauna ha desarrollado el arte del camuflaje para pasar inadvertidos y así evitar ser cazados por un animal más grande. Por lo tanto, la cubierta se transforma en un valioso recurso que emplean los seres vivos para sobrevivir.
También es bastante común que muchos animales, que a la hora del cortejo, quieran llamar la atención exhibiendo las cualidades de su cubierta. Plumas vistosas y coloridas, incluso cambios en el color de la piel, cuernos y melenas son muy efectivos, ya que desde lejos delatan la especie y el sexo de su propietario. Pero estos atractivos vestidos son también señales que atraen a sus enemigos.
Algunos animales han sufrido una intensa persecución por parte del hombre para obtener su piel o cuernos. Esto ha puesto en peligro de extinción a numerosas especies, como es el caso del rinoceronte, el cocodrilo, la nutria o el leopardo.
¿Sabías que?
La ardilla voladora puede llegar a planear más de 100 metros. Lo consigue gracias a una membrana de piel cubierta de pelo que se extiende a lo largo de los costados del cuerpo y que actúa como un paracaídas cuando el animal salta.