La energía calórica es aquella que poseen los cuerpos, cada vez que son expuestos al efecto del calor. También, se puede decir que corresponde a la energía que se transmite entre dos cuerpos que están a diferentes temperaturas, es decir, con distinto nivel calórico.
El calor es una forma de energía que se encuentra en constante tránsito. Lo que significa que si un cuerpo está a un determinado nivel calórico, el calor se transmite al medio ambiente.
Puedes observar lo que sucede cuando dos cuerpos se ponen en contacto, estando uno más frío que el otro. En este caso el calor del cuerpo más caliente se transmite al cuerpo más frío, hasta que ambos adquieren casi la misma temperatura.
Cada vez que un cuerpo recibe calor, las moléculas que forman parte del objeto adquieren esta energía, hecho que genera un mayor movimiento de las moléculas que forman parte del cuerpo. A mayor energía del cuerpo, mayor será el grado de agitación de las moléculas.
La energía térmica puede ser obtenida, mediante una reacción exotérmica, como la combustión de algún combustible; por una reacción nuclear de fisión o de fusión; mediante energía eléctrica por efecto Joule o por efecto termoeléctrico; o por rozamiento.
Asimismo, es posible aprovechar energía de la naturaleza que se encuentra en forma de energía térmica, como la energía geotérmica o la energía solar fotovoltaica.
La energía solar fotovoltaica es un buen ejemplo de energía limpia. Sus ventajas medioambientales son varias ya que, no contamina al no producir emisiones de CO2 u otros gases contaminantes, no consume combustible, no genera residuos, no produce ruidos y es inagotable.
Además, su instalación es muy simple y duradera, ya que las planchas de fotovoltaje requieren muy poco mantenimiento y además resisten muy bien las condiciones extremas del tiempo.
Sin embargo, hoy por hoy es una energía muy cara para instalarse en forma domestica.