«Mamá, ¿puedo salir con dos amigos?», es la pregunta que lanza Xaviera a su madre mientras almuerzan. «Bueno, pero tienes que volver antes de las siete», le dice su mamá. «U punto u», es la respuesta que da Xaviera ante el límite horario. Tristeza y decepción es lo que esta adolescente de 14 años quiere transmitir.
Los emoticones -caritas que expresan emociones en el chat- se están instalando en el lenguaje oral de los escolares entre 10 y 16 años.
Los expertos discuten los peligros que esto puede traer. Escaso vocabulario, posibles retrasos del lenguaje y dificultades en comprensión de lectura, son algunos problemas de esta nueva jerga.
«El desarrollo lingüístico va de la mano del pensamiento; se requiere que ambos evolucionen juntos para que la persona pueda desarrollarse de manera correcta», explica Paola Siña, sicopedagoga de la U. Andrés Bello.
El aprendizaje también se puede ver dañado, porque el lenguaje que se utiliza en la sala de clases es más correcto y si un niño no lo maneja, difícilmente podrá entender instrucciones y comprender el lenguaje escrito.
Xq, io, xau
Catherine Pérez es profesora de lenguaje y hace clases desde segundo a cuarto medio. En las pruebas y controles se ha encontrado con que sus alumnos le dibujan emoticones. «Si los niños se acostumbran al lenguaje del chat, les cuesta relacionarse con el lenguaje formal», explica.
Soledad Concha, doctora en lenguaje y académica de la U . Diego Portales, cree que esto puede significar un problema para la producción escrita si se convierte en un hábito. «Al no estar familiarizados con una gramática más compleja, tienden a escribir sin toda la información necesaria para que otra persona les entienda», explica.
Pero no todos creen que el efecto sea negativo. La doctora en lingüística y académica de la Universidad Alberto Hurtado, Soledad Aravena, cree que los emoticones hablados son una especie de bilingüismo, y no una amenaza para el lenguaje. «Toda comunicación verbal tiene su complejidad y su riqueza. El problema es que ellos utilicen sólo esto y no dediquen parte de su esfuerzo a leer, escribir y conversar», dice.
El desafío para padres y profesores es motivar a los niños a comunicarse de manera correcta a través de juegos o conversaciones. Así, ampliarán sus maneras de comunicarse y sabrán cómo hablar en distintos contextos.
«Más que rechazar estas formas de comunicación, hay que incorporarlas como variantes posibles y contrastarlas», explica Lorena Medina, psicolingüista evolutiva de la UC.
Es lo que hace Carolin Alvarado, profesora de lenguaje de quinto y sexto básico. Xq (porque), io (yo) y xau (chao) son algunas abreviaciones que ha encontrado en pruebas y controles.
Ante esto, Carolin decidió hacerse un messenger para chatear con sus alumnos. «Cuando hablo con ellos pongo hasta los tildes y ellos me dicen: ‘pero profe, si estamos en el chat’, pero yo les digo que eso no importa, que tienen que escribir bien igual», dice la docente.
Diccionario
u.u = Cara triste
k9 = toi aburrio, toi chato
xd = contento
e.e = contento
t.t = triste
2.z = ups (la embarré)
Lol = risa / ¡genial!
1616 = ¡qué coqueto!
1313 = levantar la ceja para molestar a otro
Xx = risa burlona
2.3 = emoción
2.h = describe a una persona creída
2.b = (tiene) carita de bebé