Los alumnos pueden aprender conceptos científicos de una manera más eficiente sin tener que observar los fenómenos directamente en un laboratorio. Esa fue la conclusión a la que llegaron investigadores de la Universidad Estatal de Ohio y de la Universidad de Virginia, luego de experimentar con un grupo de estudiantes, a los que se les enseñó las distintas fases lunares por medio de un programa especial de computación. Éstos obtuvieron mejores resultados frente a aquellos que observaron los cambios lunares en forma directa.
Los programas de simulación computacional -que permiten ver los movimientos del sol y la luna en tiempo real- fueron efectivos en la enseñanza de dos aspectos de la fase lunar y muy efectivos en tres. Además, los alumnos que utilizaron estos programas, entendieron con mayor rapidez y claridad las secuencias de las fases lunares.
El éxito de este tipo de métodos puede explicarse porque los estudiantes cuentan con toda la información necesaria al alcance de sus manos, en cambio los que deben recolectar datos por medio de la observación, no siempre logran reunirla completamente porque dependen de los fenómenos naturales. Como en este caso de estudio, en donde las personas sólo podían investigar en los días y noches despejadas de nubes.
Los simuladores computacionales pueden ser una importante oportunidad para enseñar ciencias de la tierra y el espacio porque ofrecen oportunidades que no están disponibles en el mundo real. Por ejemplo, en este estudio, la tecnología permitió a los estudiantes observar a la Tierra cómo se ve desde el sol o desde la luna.
Si bien, este no es el único estudio que examina el uso de computador en las salas de clase, pero es el primero que ha tenido resultados concretos en comprobar su eficiencia en el aprendizaje.