El mar que nos baña
El océano Pacífico es el más extenso del planeta, con 166.241.000 km², lo que equivale al 46% de la superficie de la Tierra. Estas aguas bañan a Chile tanto en la zona continental como en la oceánica y en la Antártica. La parte continental (desde Arica al canal de Chacao y los sectores separados de islas y el archipiélago de Chiloé) recibe las aguas del Pacífico y se extiende por más de 4.000 km de norte a sur. También forman parte de Chile las islas oceánicas San Félix y San Ambrosio, el archipiélago de Juan Fernández, compuesto por las islas Robinson Crusoe, Alejandro Selkirk y el islote Santa Clara, así como la isla Salas y Gómez e Isla de Pascua, ubicada en el continente de Oceanía.
El océano Pacífico también baña la parte suroeste de la Antártica, de ahí que este océano recubra gran parte de la extensión del Territorio Chileno Antártico.
Geografía del litoral chileno
Las costas de Chile están formadas por una serie de planicies y terrazas que se desarrollan entre la cordillera de la Costa y el océano Pacífico.
Se las conoce como planicies litorales, y su formación se remonta a épocas geológicas pasadas, cuando las aguas del Pacífico tenían una mayor altura y erosionaban constantemente el borde oeste de la cordillera de la Costa.
En la zona norte, este fenómeno se presenta de manera discontinua, porque aparece el llamado farallón costero (cordón uniforme que cae de manera abrupta al mar en forma de acantilado), pero se pierde en las cercanías de Taltal, en la Región de Antofagasta, desde donde se desarrollan terrazas que continúan ininterrumpidamente hasta el canal de Chacao.
De forma paralela al litoral, Chile presenta una forma de relieve exclusiva, que es la llamada cordillera de la Costa. Esta nace 20 km al sur de Arica, en el cerro Camaraca, y se desarrolla de manera continuada hasta el cerro Tres Montes, en la península de Taitao (Región de Aisén). No tiene grandes alturas como la cordillera de los Andes, su cumbre mayor es la sierra de Vicuña Mackenna (3.030 msnm) en la Región de Antofagasta. En el Norte Grande, este accidente geográfico alcanza, en promedio, unos 50 km de ancho y cae abruptamente al mar, formando lo que se denomina farallón costero. En el Norte Chico, la cordillera de la Costa se vuelve irregular y accidentada. En la zona central, específi camente en Valparaíso, aparecen algunos cerros de gran importancia (Cantillana, Vizcachas y La Campana). Más al sur, su altura disminuye considerablemente, volviendo a aparecer como un cordón continuo y bajo diferentes nombres. Por ejemplo, se la llama cordillera de Nahuelbuta, al sur del Biobío; Pelada, cerca de río Bueno (Región de los Ríos), y Piuché y Pirulil en la isla de Chiloé.
Característica de los ríos
Las características de los ríos están determinadas en nuestro país por ser largo y angosto. Casi todos son cortos, escurren de este a oeste y no son aptos para la navegación.
Además, no tienen un gran caudal, pero son torrentosos, lo que posibilita su explotación para obtener energía eléctrica.
En la zona norte, la gran parte de los ríos son endorreicos, lo que quiere decir que no desembocan en el mar. Aunque existen dos excepciones, el Lluta y el Loa. Este último es el más extenso de Chile, su cuenca alcanza los 33.570 km² y su curso, 440 km.
Desde el río Loa hasta el río Copiapó (Región de Atacama) no existen cursos de agua; se trata de una zona arreica (carente de agua o esta se pierde por evaporación).
Desde el río Copiapó al sur hay cursos de agua importantes que desembocan en el mar. Entre ellos están Huasco, Elqui, Limarí, Maipo, Mataquito, Itata, Biobío, Toltén, Baker, entre otros.
Flora y fauna
En el mar chileno, incluida la Antártica, se desarrollan diversas especies animales y vegetales. La fauna marina se divide en mamíferos, aves, peces y una rica gama de invertebrados, como moluscos, crustáceos, equinodermos, anélidos, poríferos, cnidarios y platelmintos, entre otros.
Los representantes más característicos son la ballena, el lobo marino, el albatros, el pelícano, la gaviota, la merluza, el congrio, la anchoveta, la corvina, el jurel y el lenguado, además de la ostra, la macha, el erizo, la langosta, la jaiba, el chorito y la almeja.
Por su parte, la flora marina es abundante, ya que existe un grupo grande y variado de algas, que incluye desde especies unicelulares hasta plantas enormes, como los huiros, que flotan cerca de la superficie del agua (algas planctónicas) o que se desarrollan adheridas a las rocas (algas bentónicas). Se clasifican en tres grupos: algas pardas (alrededor de 1.500 especies y son de mayor tamaño), algas rojas (se conocen más de 3.000 especies y la mayoría crece cerca de las costas tropicales y subtropicales) y algas verdes (cerca de 7.000 especies y son consideradas una de las especies más antiguas, con 2.000 millones de años).