La evolución de las aves, descendientes directas de los reptiles, estuvo marcada por una serie de cambios físicos, necesarios para poder volar. La más importante fue la transformación de sus extremidades superiores en alas y la aparición de plumas en reemplazo de las escamas.
Las aves, además, sufrieron cambios en la composición de sus cuerpos: con huesos más livianos; pulmones más eficientes, especialmente para vuelos en altura, y una temperatura corporal uniforma, se alistaron para pasar del suelo al aire.
Para alimentarse formaron un pico en vez de mandíbulas. Su forma de reproducción también se adaptó, a través de los huevos, a fin de no llevar el peso de sus crías en su interior.
Estos animales tienen su origen hace más de 60 millones de años. Durante el período cretácico sufrieron su mayor transformación, al pasar de reptiles planeadores a plumíferos que se adueñaron de los cielos.
Evolución de las aves
En la actualidad, las aves forman parte de un grupo de vertebrados, con un extraordinario sentido de la vista y una forma de comunicación que sigue intrigando a los seres humanos.
Las alas son la principal extremidad que utilizan las aves para sus vuelos. Estas partes del ave se encuentran cubiertas de plumas, en la zona remera, las cuales incluso llegan a la cola, donde se encuentra su parte timonera.
Además de las plumas utilizadas para el vuelo, las aves también poseen plumas coberteras, detrás de las cuales se encuentran los pulmones del animal.
Una de las adaptaciones que las aves sufrieron durante la evolución, son sus estructura óseas ahuecadas y los cambios en su esternón, el cual se transformó en un escudo para la inserción de los fuertes músculos del vuelo.
Cómo respiran las aves
Además de contar con las vías aéreas superiores y pulmones, las aves poseen sacos que comunican con los huesos neumáticos, los cuales ayudan a reducir el peso del animal.
¿Cómo respiran las aves durante el vuelo? Cuando un ave se eleva por el aire, el movimiento de sus músculos torácicos fuerzan la entrada de aire, lo que facilita la oxigenación del ave y la mejor circulación de oxígeno por su cuerpo.
El canto de las aves (que dependiendo del animal puede llamarse graznar, grajear, trisar, ulular, entre otros) tiene relación directa con su respiración: su canto se debe a la expulsión de aire retenido dentro de un órgano especial llamado siringe.
La mayoría de las aves viven en sociedad y su principal fuente de comunicación son los sonidos, la exhibición de sus plumajes o mediante danzas.
El canto de las aves, así como el tono empleado, se diferencia dependiendo de la situación en que se encuentra: apareamiento, peligro, localización de alimentos, entre otros.
Alimentación de las aves
Plantas, semillas, insectos, frutos, néctar o, incluso, carroña, forman parte de la alimentación de las aves. A través de su esófago largo y fuerte, las aves almacenan los alimentos en una especie de buche, el cual humedece el alimento antes de ser ingerido.
Junto al estómago glandular se ubica una molleja musculosa, la cual se contrae para que, con la ayuda de piedras, el alimento se machaque y se ingiera mejor.
La adaptación de los picos de las aves se ajusta a sus necesidades de supervivencia. Mientras algunas poseen picos alargados para hurgar debajo de la corteza de árboles, las aves rapaces poseen garras y picos afilados para rasgar la carne.
Una parte importante de aves, que se estima en una quinta parte de estas especies, se alimentan de néctar, como los picaflores, y otras que se alimentan de animales marinos, como las gaviotas.