La celebración del Día de la Tierra se inició hace 48 años como una protesta ciudadana impulsada en Estados Unidos por el senador norteamericano Gaylord Nelson. La idea era «despertar» al gobierno e instalar el tema ambiental en la agenda del país. Con ese principio, el 22 de abril de 1970 ¡20 millones de estadounidenses! salieron a las calles, parques y auditorios para exigir un ambiente sano y limpio, y protestar en contra del deterioro ambiental.
La protesta sirvió para que un sinnúmero de grupos que habían estado luchando por cosas diversas como los derrames de petróleo, la protección de la vida salvaje, la contaminación de las industrias y la correcta disposición de los residuos, supieran de la existencia de los otros y de los ideales que compartían.
Los derrames de petróleo pueden provocar un tremendo daño ecológico.
Gracias a este primer Día de la Tierra se creó también la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y se aprobaron las leyes de Aire Limpio, Agua Limpia y Especies en Peligro. Además, las organizaciones populares, hoy ONGS, aumentaron en tamaño y poder.
En 1972 se celebró la primera conferencia internacional sobre el medio ambiente: la Conferencia de Estocolmo, cuyo objetivo fue sensibilizar a los líderes mundiales sobre la magnitud de los problemas ambientales y que se instituyeran las políticas necesarias para erradicarlos.
En 1990, el Día de la Tierra pasó a ser internacional. Encabezado por Denis Hayes, organizador principal del primer Día de la Tierra, abarcó a empresas, minorías étnicas y funcionarios públicos. Se convocó a los países del mundo para que todos asumieran las diferentes problemáticas ambientales.
Cuando se acercaba el cambio de milenio, los temas y las campañas se orientaron hacia el calentamiento global y la necesidad de contar con apoyo para generar energías limpias.
En la actualidad, el Día de la Tierra se celebra en todo el mundo como expresión de la voluntad pública de crear sociedades más sustentables: Sirve para educar y movilizar a personas en todo el mundo por la protección del medio ambiente, inspirando acciones a nivel personal, comunitario, nacional e internacional.
Actos públicos, campañas de reciclaje y de incentivo al uso de transportes no contaminantes, plantaciones masivas de árboles y jornadas de sensibilización, son sólo algunas de las acciones que se llevan a cabo este día, en todo el mundo.
Es una fecha importante para recordar y evaluar los problemas ambientales del planeta: el calentamiento global, la contaminación del aire, agua y suelos, la destrucción de ecosistemas, los cientos de miles de plantas y especies animales diezmadas, y el agotamiento de recursos no renovables.
La idea es buscar soluciones que permitan eliminar los efectos negativos de las actividades humanas en el medio ambiente. Estas soluciones incluyen el reciclado, un consumo responsable, el fin de la destrucción de hábitats fundamentales como los bosques y la protección de especies amenazadas.
El Día Mundial de la Tierra es una buena oportunidad para tomar conciencia en torno a los impactos de este modelo de producción y para comprometernos todos –ciudadanos y autoridades- a cambiar de rumbo.
Celebrar el Día Mundial de la Tierra solo puede tener sentido si va acompañado de medidas concretas a ser aplicadas durante todos los días del año para revertir ese proceso de destrucción.
La Tierra es nuestro hogar y el de todos los seres vivos, tanto presentes como futuros. Es tiempo de pensar y actuar.
Con sólo un poco de voluntad, todos podemos ayudar a cuidar nuestro planeta ¿Empecemos por la casa?
A continuación te queremos dar algunas ideas para ti y tus padres:
– No quemar hojas o basuras, ya que su combustión origina contaminantes hacia la atmósfera.
– Colocar filtros especiales en las chimeneas para evitar la emanación de contaminantes.
– Evitar tener vehículos motorizados detenidos con su motor funcionando.
– Respetar la restricción vehicular.
– Al barrer, no levantar polvo, porque este se incorpora a la atmósfera.
– No usar la bocina si no es necesario.
– No provocar ruidos molestos durante la noche.
– Usar a un volumen prudente los equipos de música, radio, televisión, etcétera.
– Usar detergentes con bajo contenido de fosfato.
– No derramar aceites de autos, ya que un litro de este elemento contamina aproximadamente un millón de litros de agua.
– Para realizar cultivo de flores y vegetales, utilizar un suelo cubierto con tierra de hoja, que necesita menos agua.
– No tirar por el lavaplatos o al inodoro basura, colillas de cigarrillos, grasas, plásticos, trapos o restos de género.
– Mantener las llaves de agua bien cerradas y en buen estado de funcionamiento.
– No tirar basuras a los ríos, estanques o lagos.
– Al limpiar un automóvil, utilizar un recipiente con agua, no la manguera.
– Regar los jardines en la tarde. A esa hora se evitará la evaporación del agua y se mantendrá el suelo húmedo por más tiempo.
– Depositar los desechos o basuras en los recipientes dispuestos para ello.
– Evitar, de cualquier forma, los incendios forestales.
– Cuidar la vegetación que nos rodea; así se protegen los suelos.
– Regar los suelos agrícolas con aguas que no contengan basuras, desechos humanos o industriales, con el objeto de no contaminar sus productos.