Cuando pa’ Chile me voy,
cruzando la cordillera,
late el corazón contento,
una chilena me espera,
late el corazón contento,
una chilena me espera.
Y cuando vuelvo de Chile,
entre cerros y quebradas,
late el corazón contento
pues me espera una cuyana.
Viva la chicha y el vino,
viva la cueca y la zamba,
dos puntas tiene el camino
y en las dos alguien me aguarda,
dos puntas tiene el camino
y en las dos alguien me aguarda.
Yo bailo la cueca en Chile
y en Cuyo bailo la zamba,
en Chile, con la chilena,
y con la otra en Calingasta.
Vida triste, vida alegre,
ésa es la vida de arriero,
penitas en el camino
y risa al fin del sendero.
Viva la chicha y el vino …