Ingenerio de Eastman Kodak, Sasson trabajó en este prototipo cuando recibió el encargo de inventar la cámara digital por parte de su supervisor, Gareth A. Lloyd. En 1978 lo patentó cambiando la historia de la fotografía.
Hace unos 35 años Steve recibió un encargo por parte de su supervisor Gareth A. Lloyd: ¿sería capaz de construir una cámara usando componentes electrónicos de estado sólido y un sensor conocido como «charge coupled device» (CCD), que obtuviese información óptica?. Así fue como mediados de los años 70 del siglo pasado, Sasson comenzó a recolectar las piezas necesarias para dar forma a lo que le habían solicitado. Hay que aclarar que en 1972 Texas Instruments había diseñado una cámara eléctrica, pero aunque no utilizaba película no era digital: usaba solamente electrónica analógica.
En diciembre de 1975, y luego de cientos de horas de trabajo, Steve tenía listo un prototipo de la cámara de sus sueños. Entre las piezas que daban vida a este verdadero Frankenstein tecnológico se encontraba un objetivo «recuperado» del montón de piezas descartadas de la línea de ensamblado de las cámaras de Súper 8; una grabadora de datos digitales en casete; un conversor analógico/digital (marca Motorola) «heredado» de un voltímetro digital; un sensor CCD bastante inestable que había introducido en el mercado Fairchild Semiconductor un par de años antes; un buen puñado de circuitos integrados analógicos y digitales repartidos por media docena de placas de circuitos impresos; y un «pack» de 16 baterías de niquel-cadmio capaces de entregar la corriente que requerían para funcionar todo ese amasijo se piezas.
Steve había construido el circuito digital desde cero, utilizando las mediciones de un osciloscopio como guía. El prototipo pesaba (sin baterías) más de tres kilos y medio, y tenía el tamaño de una tostadora grande. Sasson convenció a una asistente de laboratorio para que pose frente a la cámara, y le tomó una imagen en blanco y negro con una resolución de 0.01 megapíxeles (la imagen contenía menos de 10.000 píxeles en total), ya que el sensor solo era capaz de capturar imágenes de unos 100 píxeles de alto. Transferir la imagen de la memoria RAM de la cámara a la cinta de casete demoró unos 23 segundos.
Había nacido la primera cámara de fotos digital en blanco y negro, con una bajísima resolución, y que sólo podía tomar un par de fotos por minuto. Por supuesto, las pantallas LCD que hoy vemos aún no estaban disponibles, así que no tenías forma de ver las imágenes que habías capturado en la misma cámara. Para solucionar este problema, Sasson dotó a su invento de una «pequeña» interfaz que permitía leer los casetes grabados por la cámara y mostrar las imágenes en un TV estándar (bajo norma NTSC). Este dispositivo interpolaba las 100 líneas originales de las tomas recogidas por el CCD para llegar a las 400 líneas que requiere el estándar NTCS.
Cuando Sasson puso el casete con la imagen de su asistente en la interfaz y encendió la TV, tuvo que esperar otros 23 segundos para que los datos pasasen de la cinta a la memoria del aparato. Es posible que hayan sido los 23 segundos más largos de su vida. Pero finalmente lo había conseguido: la imagen de la chica estaba en la TV.
«Podías ver la silueta de su pelo», recuerda Sasson. «Pero su cara era sólo un borrón de estática. Ella estaba poco feliz con la fotografía, y se fue, diciendo que deberíamos trabajar» agregó. Pero el ya tenía la solución. Luego de tocar unos cables, la cara de la asistente apareció claramente en el televisor. En 1978, Sasson y Lloyd obtuvieron la patente número 4.131.919 de los Estados Unidos por su cámara digital. El resto, es historia conocida.
Es posible que Sasson no haya tenido en cuenta los alcances que tendría su invento. En efecto, la tecnología que había desarrollado hacía innecesario el uso de películas vírgenes y, obviamente, los procesos químicos de revelados posteriores. Kodak, la empresa en la que trabajaba, obtenía la mayor parte de sus ingresos de estos insumos.
Hoy Steve Sasson forma parte del Salón de la Fama de la Electrónica de Consumo, creado en el año 2000. Un merecido lugar para quien fue responsable de uno de los inventos más importantes de la electrónica de consumo.