La cultura Rapa Nui presenta características únicas, debido al aislamiento geográfico que le ha tocado enfrentar (es la más aislada de las islas polinésicas).
La evolución de la vida en la Tierra y, particularmente, el poblamiento de la isla y la supervivencia del pueblo rapa nui se explican en teorías que, en general, no se repiten en otras culturas polinésicas, a excepción de la presencia del mar como factor constante en la mitología de todos estos pueblos.
Entre los mitos más importantes y conocidos están el culto al dios Make-Make, que está representado en Rapa Nui como el creador del mundo, y el posterior culto al Tangata Manu (hombre pájaro); Uoke, el dios de la devastación que mediante una palanca podía mover la superficie de la Tierra; la leyenda de los siete exploradores, que relata el establecimiento del primer ariki (rey) de esta isla: Hotu-Matu’a; Aku Aku, el diablo conforma de esqueleto; Rapahango, duende benéfico para los hombres, ya que les da alimentos, y Vai Heva, la máscara del Monte Puakatiki, que recogía el agua lluvia y la transformaba en agua mágica, usada para embellecer y conservar la juventud.
También podemos mencionar las misteriosas tablas de madera Rongo-Rongo, que contienen lo que se conoce como escritura rongo-rongo. Estas son un conjunto de compactos renglones de extraños símbolos, animales, plantas y estrellas que ningún arqueólogo, historiador o lingüista ha podido descifrar. Según la mitología pascuense, dichas tablas fueron llevadas a la isla por el propio Hotu-Matu’a y solo él y quienes le acompañaron en su viaje podían escribir y recitar las palabras que contenían.