Skip to main content

Profesora

Con 30 ó 40 alumnos en una sala, es muy difícil revisar las tareas de todos, señalan algunos tutores.

Un día antes de la prueba, Juan confiesa a su mamá: «No entiendo nada en matemática«. La madre busca rápidamente un profesor que recupere en horas lo que Juan no aprendió en meses. Como ésta, son muchas las historias que confirman que el profesor particular es un actor más del sistema educativo.

El diario La Tercera entrevistó a 30 profesores particulares, pertenecientes a empresas como Home Teachers y Sácate un 7, e independientes. Muchos de ellos tienen hasta 15 alumnos de colegios de alta exigencia. En los últimos años, el crecimiento de esta  industria ha sido explosivo. Según Sácate un 7, el 2008 realizaban 110 horas de clases y este año, 700. Estos son los principales problemas observados por los docentes entrevistados.

1. No se atiende a los más lentos

Todos los profesores entrevistados tienen alguna historia en la que sus alumnos no sabían la materia básica para entender conceptos más complejos. La gran mayoría culpa a la cantidad de niños por sala, que impide a los docentes fijarse en los que van más lento. Paola Jara, profesora particular de Historia hace tres años, recuerda a un alumno que en primero medio no entendía el proceso de colonización española. «No se sabía los nombres ni la cantidad de continentes. Tuve que retroceder a tercero básico y mostrarle un atlas. Este alumno, de un colegio particular de Las Condes, pensaba que en una mitad del globo estaban los continentes y en la otra mitad había sólo agua». Historias como éstas hay miles. Otro profesor recuerda que su alumno de segundo medio no sabía dividir. También es común que no recuerden las tablas de multiplicar.

2. Mucha materia, poco tiempo

La necesidad de pasar todo el currículum, sobre todo en cursos que son medidos por el Simce, ha convertido las clases en una carrera por tener toda la materia al día. Al menos así lo señalan los tutores: Evelyn Rojas, profesora de Sácate un 7 desde hace cuatro años, tuvo que enseñarle a un alumno desde la Edad Media hasta la II Guerra Mundial para una sola prueba. Felipe Zúñiga, de la misma empresa, debió repasar contenidos de Física correspondientes a dos años para un control. Este apuro provoca que los alumnos se queden en el camino, lo que es particularmente grave en matemática. «Mis alumnos siempre sentían que iban atrasados, porque la profesora avanzaba y no se daba el tiempo de ver si entendían o no hasta el rojo de la prueba», señala  Ingrid Schwember, tutora desde hace nueve años y egresada de Química Ambiental U. de Chile.

3. Falta de disciplina

Más del 80% de los profesores entrevistados opina que uno de los problemas más graves de sus alumnos es la falta de disciplina y que esto se ha agravado en la última década. La mayoría se encuentra con cuadernos en blanco cuando toma a un alumno. «Incluso, a veces no tienen cuadernos, sino fotocopias de los apuntes de sus compañeros», señala Alejandro González, profesor hace 25 años. Para él, esto pasa porque no hay supervisión de los padres ni del colegio. «Esto es cada vez peor, he hecho clases en colegio últimamente y los alumnos ni siquiera respetan a sus profesores, no los dejan hacer clases y, por tanto, no aprenden. Un docente puede preparar la mejor clase, pero no alcanza a realizarla». Esta sería, entonces, la razón para que cada vez haya más alumnos que ni siquiera pueden explicar lo que aprendieron durante el día.

4. Poca motivación

En general, los docentes coinciden en que algo está pasando en los colegios y los hogares con respecto a la motivación por estudiar. Más que en épocas pasadas, los estudiantes se aburren y no les encuentran sentido a las materias. Los profesores particulares señalan varias causas posibles. Una, es que no existe una buena incorporación de la tecnología en la enseñanza. «En vez de enseñarles Física, por ejemplo, con una tiza y pizarra podrían recurrir a ejemplos de la vida cotidiana, mostrándoles videos para enseñarles la ley de Newton», dice Felipe Zúñiga.

5. Nadie revisa las tareas

Con 30 ó 40 alumnos en una sala, es muy difícil revisar las tareas de todos. Por esto, muchos alumnos no las hacen. Los tutores señalan que si a esto se suma que los padres tienen poco tiempo para chequear trabajos, el estudio pasa a depender sólo de la voluntad del alumno.
Pedro Pérez, tutor de Home Teachers, lo explica: «En matemática, cada niño debe realizar por lo menos 10 ejercicios, por lo que nadie controla si los hizo o si están correctos».

6. Niños inmaduros

Los profesores particulares aseguran que hay materias que se adelantaron de año y eso sorprende a los niños muy inmaduros. Por ejemplo, en matemática, el conjunto de los enteros bajó de octavo a séptimo, lo que hace que los niños que no tienen clara la operatoria con los números naturales se encuentren de golpe con una materia que en general les cuesta. La adolescencia también hace lo suyo. «Los niños son inmaduros entre primero y tercero medio, por lo que materias como álgebra y factorización no se asientan bien», explica Ariel Valenzuela, de Home Teachers.

7. Evaluaciones mal calibradas

Otra cosa que sorprende a los profesores es la mala calidad de algunas pruebas.
«Yo me he encontrado con test de alternativas en que ninguna es correcta», señala Felipe Zúñiga, tutor de Sácate un 7. «He tenido que ayudar a un niño de segundo medio a memorizar la tabla periódica, siendo que eso no es necesario. Lo importante es saber para qué sirve cada elemento, no si te sabes de memoria dos letras que después se te olvidan», reclama.

8. El problema de los hermanos

Los profesores coinciden en que los padres, muchas veces, miden el rendimiento escolar de un hijo comparándolo con el de otro. «Pero un 5 puede ser un 7 para un niño que se demora más en aprender», dice Patricia Reyes, profesora hace tres años de Lenguaje. «Una de las apoderadas que tuve quería que su hijo saliera del mismo colegio particular de Las Condes que sus hermanos, que fuera doctor e ingeniero por lo bajo. Pero él no encajaba con el nivel de exigencias del establecimiento, y por eso le iba mal». Aunque este comportamiento no sea una novedad, sí lo es el nivel de competencia que instala la PSU para entrar a las carreras más demandadas, lo que aumenta la presión en estos estudiantes.

9. Niños bloqueados

«No me gusta la asignatura, no soy bueno para historia». Son las típicas quejas que escuchan los tutores cuando los alumnos se sienten estresados. No es de extrañar que al no poder resolver algún ejercicio los escolares se bloqueen y terminen estando  entre los peores evaluados.
«Cuando tienen mal rendimiento se estresan mucho, se ponen nerviosos y se equivocan en cosas fáciles. Tienen tanta presión por la buena nota que se paralizan y llegan en blanco a las pruebas», dice Antonieta Torres, profesora de Química de la empresa de tutores Cedae, de La Serena.

10. Clases aburridas

No es lo mismo enseñar las divisiones con aspectos cotidianos de la vida diaria que hacerlo por medio de operatorias. Clases aburridas, donde ni el profesor se llega a motivar, son parte de los reclamos que más escuchan los profesores particulares y que en gran medida los obliga a actualizar sus métodos de instrucción. «Los ejercicios de Física son súper aplicables, con experimentos, por ejemplo, pero los colegios no tienen laboratorio o no los utilizan lo suficiente», dice Luis Rivera, profesor de este ramo en Sácate un 7.  Así, los tutores coinciden en que las clases son correctas en la mayoría de los casos, pero les falta algo para que sean entretenidas para los alumnos.


Warning: Invalid argument supplied for foreach() in /www/wwwroot/www.icarito.cl/wp-content/themes/icarito-v1/template-parts/content-relacionadas.php on line 13