Volcanes de Chile
En nuestro país hay más de 2.000 volcanes, de los cuales 500 registran actividad. Según expertos, se estima que 42 puedan entrar en proceso eruptivo en un futuro inmediato, otros 16 en los próximos nueve mil años y otros 20 en varias decenas de miles de años más.
Debido a esta realidad, en 1996 el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), con el apoyo del Gobierno Regional de la Araucanía, Conaf y la Dirección Regional de Arquitectura, creó el Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (OVDAS).
Este observatorio se encuentra en el cerro Ñielol, en la ciudad de Temuco, y su principal objetivo es vigilar los volcanes con mayor riesgo que existen en el sur de Chile, como, por ejemplo, el Llaima y el Villarrica.
La distribución de los volcanes en nuestro país se asocia a la tectónica de placas, ya que se encuentran en las dorsales oceánicas.
En conjunto representan la cadena volcánica más grande del planeta. A continuación, describiremos algunos de los volcanes más importantes de Chile:
– Volcán Láscar: con 5.640 msnm, se ubica en el sureste de San Pedro de Atacama (Región de Antofagasta), cerca del pueblo de Toconao. Posee un gigantesco y espectacular cráter de 750 m de diámetro y 300 m de profundidad. Es considerado un volcán activo, ya que su última erupción, ocurrida en el año 1993, dejó una permanente fumarola.
– Volcán Villarrica: se encuentra a unos pocos kilómetros de la ciudad de Pucón, con 2.847 msnm. Fue llamado por los mapuche Rukapillán (casa de los espíritus). Está siempre activo y su cráter, de solo 200 metros de diámetro, presenta fumarolas permanentes. Además, está cubierto por un extenso glaciar de 40 km2, que se sitúa en el extremo noroeste junto a los volcanes Mocho, Quetrupillán, Quinquilil y Lanín.
– Volcán Llaima: con una altura de 3.125 metros, es el volcán más grande de la zona sur del país. Se encuentra dentro del Parque Nacional Conguillío y posee un cráter de 350 metros de diámetro. Está entre los más activos, ya que registra 50 erupciones históricas; la última ocurrió en 1994.
– Volcán Lonquimay: ubicado a unos 130 km al noreste de la ciudad de Temuco, su nombre significa “gran quebrada” en mapudungún. En su última erupción, en 1988, se formó un nuevo centro de emisión asociado al volcán principal, el cráter Navidad. Se llama así porque surgió un 25 de diciembre, debido a una fisura en el terreno.
– Volcán Osorno: está localizado en el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, frente al lago Llanquihue, a casi 60 kilómetros de Puerto Varas. Tiene una altura de 2.652 metros y su inactividad volcánica se prolonga ya por más de un siglo. En sus faldeos hay refugios que permiten la práctica del esquí en invierno.
– Volcán Tolhuaca: formado por tres cráteres y un cuerpo central cubierto por hielo, este volcán tiene 2.806 msnm. Aunque no se le conoce actividad eruptiva, igual se le considera un volcán potencialmente activo.
– Volcán Hudson: se ubica a 137 km al sur de la ciudad de Coihaique (Región de Aisén). Está cubierto de hielo y alcanza una altitud de 1.905 msnm. Su última erupción data del 8 de agosto de 1991.
¿Qué son los volcanes?
Los volcanes son orificios o fisuras por donde pueden escapar rocas fundidas, llamada magma, y gases como vapor de agua, dióxido de carbono, nitrógeno, metano y azufre, entre otros, desde el interior de la Tierra.
Un volcán literalmente es una grieta o abertura, que comunica con el interior de nuestro planeta, a través de la cual hacen erupción flujos de lava, corrientes de material incandescentes pulverizado o ráfagas explosivas de gases y cenizas volcánicas. Cuando un magma, asciende a temperaturas de alrededor de los 1.000ºC, hasta la superficie y se solidifica en las inmediaciones de la zona donde emerge, aquí se acumulan originando el cono volcánico. Se forman, principalmente, en los bordes de las placas continentales (zonas de falla), donde es más fácil que el magma encuentre una salida a la superficie cuando se produce una erupción.
La cadena más importante de volcanes es la que rodea al océano Pacífico y es el conocido «Cinturón de Fuego». Una erupción volcánica se produce a causa de un incremento de la temperatura en la litosfera, lo que provoca el derretimiento del magma. Al aumentar su presión, la roca fundida tiende a salir hacia la superficie por la chimenea de un volcán.
Volcanes bajo el mar
Son fisuras de la Tierra que se encuentran bajo el fondo marino (a más de 2.000 metros), en las que pueden ocurrir erupciones. La gran mayoría está en áreas donde hay movimiento de placas tectónicas.
La presencia de agua altera considerablemente las características de una erupción volcánica, porque el suelo oceánico es muy delgado y puede ser perforado por el magma que está abajo, sobre todo en las líneas de fractura de los márgenes de las placas tectónicas. La temperatura del agua marina también provoca que el magma se solidifique mucho más rápido que en una erupción terrestre.
La lava de estos volcanes es diferente a la terrestre, ya que al juntarse con el agua, se forma una pasta sólida. El flujo que avanza en esta pasta forma lo que se conoce como lava almohadillada. Asimismo, la presión submarina supera en casi 250 veces las condiciones normales y provoca que el volcán se asome a la superficie, formando una isla.
¿Sabías que?
– El volcán Villarrica y el Llaima se encuentran dentro de los más activos de Sudamérica.
– El volcán Villarrica a lo largo de su historia ha tenido 82 erupciones (entre 1558 y 1984)