Primero
Junta tus dedos índice y mayor. Luego con la punta de ellos frota tu nariz. De seguro comprobarás que sientes tu nariz.
Segundo
Ahora cruza el dedo mayor sobre el índice, tratando que las yemas de ambos dedos queden al mismo nivel.
Tercero
Vuelve a frotar tus dedos, que esta vez están cruzados, sobre tu nariz.
¿Qué sientes?…¡sí, parece como si tuvieras dos narices!; pero no te asustes, ahora te explicaremos por qué sucede esa percepción.
Explicación
Cada vez que tocas tu nariz con los dedos sin cruzar, estos simplemente le informan al cerebro de la presencia de tu nariz. Sin embargo, cuando cruzas los dedos la posición de las caras laterales de los dedos se invierte, es decir, los costados de los dedos que normalmente están hacia el exterior, ahora están ubicados en posiciones contrarias. Por eso cuando tocas tu nariz con los dedos cruzados, cada cara envía su propia información y tu cerebro “cree” que se trata de dos narices distintas.