Respondiendo tanto a caprichos de la moda como a disposiciones legales que han permitido el ingreso de especies exóticas a nuestro país, en los últimos años la tenencia de mascotas se ha diversificado y ya los favoritos no son sólo el perro y el gato.
En gustos no hay nada escrito y eso también vale al momento de escoger una mascota. Según estadísticas del SAG (Servicio Agrícola y Ganadero), en los últimos años se ha producido una fuerte importación de mascotas exóticas a nuestro país. Entre ellas, las más populares fueron las aves ornamentales, los reptiles y los hurones.
En la actualidad el ingreso y tenencia de estos animales está controlado por las autoridades pertinentes y es así que en el artículo 25 de la ley de caza se estipula que «la introducción en el territorio nacional de ejemplares vivos de especies exóticas de fauna silvestre, semen, embriones o huevos para incubar y larvas que puedan perturbar el equilibrio ecológico y la conservación del patrimonio ambiental, requerirá la autorización previa del Servicio Agrícola y Ganadero».
Para ingresar animales exóticos al país primero se debe saber si están o no en la lista de animales estipulada por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la Fauna y Flora Silvestres (CITES). De ser así, deben venir con el respectivo permiso de exportación CITES, si no, pueden ser decomisadas por el SAG y devueltas al país de origen.
Las especies que necesitan autorización para ingresar son alrededor de 25 mil y entre ellas están, por ejemplo, la totalidad de los monos, felinos y osos; todos los loros (exceptuando a la catita australiana y la cacatúa ninfa); tortugas de tierra; iguanas y boas.
Pese a esto, mascotas como iguanas, hurones y aves exóticas causan furor y aquí el médico veterinario Mauricio Fabry, experto en animales exóticos, detalla algunos consejos claves para un cuidado óptimo de ellas.
Hurones
Son mustélidos, parientes de zorrillos, nutrias y visones.
Características generales:
Pelaje muy exquisito y fino.
Al país sólo entran los de criadero, especialmente provenientes de Estados Unidos, y vienen castrados para impedir que se reproduzcan.
Entre los que llegan a Chile hay varias razas: la más frecuente es la que se llama sable que se caracteriza por una especie de máscara negra en la cara; otras razas frecuentes son los albinos y la silamón, que se caracteriza por tener las patitas más negras y pesar más.
Viven aproximadamente cinco años y eso se debe a que tienen un metabolismo muy acelerado. A partir de los tres años en adelante se hacen más vulnerables a enfermedades neoplásicas, es decir, a la formación de tumores, por lo que son propensos a tener cáncer.
Son dóciles y pueden vivir en espacios reducidos y convivir muy bien con otros hurones y con gatos.
Enfermedades:
El distemper provoca un ciento por ciento de mortalidad, ya que en nuestro país no tenemos la vacuna adecuada para prevenirlo en ellos.
La influenza, que se transmite de hurón a hurón, de hurón a persona, de persona a hurón, en animales más jóvenes puede complicarse y transformarse en neumonía.
Cuidados fundamentales:
Hay que limitar mucho el contacto con otros animales, por ejemplo, con perros.
En cuanto a la alimentación, requieren un alto porcentaje de grasa. Es bueno darles pellet de gato de muy buena calidad complementada con suplementos grasos.
Hay que evitar enfrentarlos a temperaturas de más de 30 grados porque se postran y pueden incluso entrar en shock. Eso se debe a que no tienen una buena capacidad de disipar el calor porque presentan mucha grasa subcutánea y abdominal.
Es necesario regularles la comidas y obligarles a realizar actividad física, ya que usualmente los hurones en cautiverio tienen tendencia a presentar obesidad.
No existe ninguna vacuna específica para ellos, por lo tanto, es importante discutir el tema con un veterinario experto en animales exoticos.
Iguanas
Son parte de la clase de los reptiles suborden de los sauros.
Características generales:
Tienen una esperanza de vida en cautiverio de 12 años. A partir de los ocho empiezan a aumentar en ellas los problemas renales.
Definitivamente no son una mascota para niños, porque su mantención es cara y dependen completamente de los dueños, en cuanto a su temperatura, humedad, alimentación y adquisición de luz ultravioleta.
Provienen de climas tropicales y subtropicales, por lo tanto, necesitan condiciones ambientales muy estrictas para sobrevivir.
Son principalmente herbívoras. Cuando son más pequeñas comen poca cantidad de invertebrados, pero cuando se hacen más adultas se hacen mucho más herbívoras. – – Hay una gran variedad de vegetales que ellas pueden comer: todos los que son verde oscuros, amarillos y naranjos, y también algunos como la alfalfa y la espinaca.
Enfermedades:
La descalcificación es una de las enfermedades más frecuentes en ellas. Les provoca fractura espontánea de huesos; mandíbula de goma y osteodistrofia fibrosa (se le hinchan las extremidades de la mandíbula).
Las hipovitaminosis A (falta de vitamina A).
Patologías traumáticas.
Estomatitis infecciosa (que les afecta la mucosa oral).
Cuidados fundamentales:
Necesitan un terrario de un tamaño y un hábitat adecuado porque las iguanas requieren estar aperchadas en ramas.
La temperatura buena para ellas está entre los 24 y 32 grados Celcius, y la humedad, entre el 60 y 90 por ciento.
Es muy importante que adquieran luz ultravioleta, porque a través de ella sintetizan la vitamina D, encargada de la utilización del calcio. Una iguana que no adquiere la suficiente cantidad de luz ultravioleta se descalcifica.
Roedores (hámster, jerbos o gerbill, cobayos o cuyes)
Características generales:
La esperanza de vida un hámster y un jerbo es de dos años. Los cobayos viven alrededor de ocho.
Todos ellos presentan incisivos que tienen un crecimiento continuo y, por lo tanto, requieren elementos que les permitan roer y desgastarlos.
Los hámsters tienen problemas con disipar el calor a temperaturas mayores de 32 grados Celcius.
Los hámsters son omnívoros: pueden comer semillas, granos, pero también frutas, verduras e incluso fuentes de proteína como queso y huevo.
Los jerbos son granívoros, deben comer semillas y cereales.
Los cobayos pueden comer alfalfa, pero siempre deben tener fruta y complementos de vitamina C.
Enfermedades:
De no desgastar sus incisivos, éstos pueden presentar un sobrecrecimiento y esa es una enfermedad que se llama mal oclusión, o sea, que los dientes no cierran bien. Así, se empieza a romper la mucosa, situación que les impide comer y provoca que finalmente se mueran de inanición.
Los hámsters pueden sufrir el síndrome de la cola mojada: una diarrea muy acuosa y muy maloliente que provoca una muerte bastante rápida. Es una bacteria.
Una de las grandes patologías de los cuyes se produce cuando estos están faltos de vitamina C. Se les hinchan las articulaciones, provocándoles mucho dolor.
Un canario sano debe ser curioso
Como ya te puedes haber dado cuenta con este artículo, una mascota no implica sólo a perros y gatos. Al contrario, cada vez son más quienes buscan un animalito distinto que les sirva de compañía.
Entre estas figuran los canarios, aves que a primera vista logran seducir por la vivacidad del color de sus plumas, o su canto. Y aunque rara vez la elección es desacertada, hay ciertas cosas que deben tenerse presente al momento de llevarse uno para la casa.
Lo primero es comprobar que se encuentre sano. Si lo está, se mostrará vivaz, alegre y cantarín; excitado por la atmósfera que se establece en las grandes jaulas de las ferias y exposiciones, salta, canta y gorjea.
Al contrario, si un canario está triste, taciturno, apelotonado sobre sí mismo, perezoso, soñoliento, apático e indiferente, es indicio de que no está sano y, por tanto, no es conveniente adquirirlo. También hay que ver sus plumas: En un canario sano son brillantes, limpias y pegadas al cuerpo. Sus ojos vivaces y grandes son limpios y expresivos; las patas son rosadas, ligeras, suaves y elásticas, y los movimientos de su cuerpo son vibrantes y nerviosos.
Para saber cuál es la edad del canario que se va a comprar, hay que atender a una serie de indicaciones. Durante su primer año de vida, el canario tiene las patas y garras rosadas, lisas y suaves, el plumaje con delicados reflejos y el pico es tierno. Más adelante, las patas se cubren de escamas, las plumas se hacen más recias y el color se acentúa; el pico se alarga y se endurece. Finalmente, en la madurez, su color pierde brillo y viveza.
Los erizos de tierra
Los erizos que se comercializan como mascotas pueden considerarse actualmente como híbridos, principalmente de dos especies: El erizo moruno (Atelerix algirus), que está presente en el norte y centro de África, en una estrecha franja del sur de la Península Ibérica y en las Islas Baleares; y el erizo de vientre blanco (Atelerix albiventris), también de origen africano. El erizo es de hábitos nocturnos, también es trepador y solitario (sólo se junta con la hembra en época de celo).
Los machos y las hembras juntos son capaces de hacerse daño con sus púas y dientes.
Los erizos prefieren lugares oscuros y pueden reaccionar mal a un ruido fuerte o al brillo de la luz del sol. En su hábitat natural comen insectos, reptiles pequeños y huevos.
Su tamaño fluctúa entre los 10 y 16 centímetros de largo, y su peso entre los 300 a 400 gramos.
El rasgo más importante y obvio del erizo es su colección de púas, las cuales tienen una longitud que va desde 0,5 hasta los 2S centímetros. Están distribuidas dorsalmente y descansan en la capa más profunda de grasa en el tejido subcutáneo. Bajo esta capa están los poderosos músculos orbiculares que le permiten enrrollarse como una verdadera bola de púas cuando se siente amenazado. Este es su único mecanismo de defensa ante el ataque de los depredadores.
Arañas
Otro ejemplo de los animales «exóticos» son las arañas, especialmente las tarántulas. A pesar de no tener muchos amigos, son aceptadas como mascotas en un número creciente de hogares.
Presentan muchas ventajas con respecto a otras mascotas: Necesitan poco espacio, por lo que son ideales en los hogares de tamaño reducido. Requieren pocos cuidados y poco alimento. Además, son más limpias que la mayoría de las mascotas.
De las 35 mil especies conocidas de arañas, 800 son tarántulas verdaderas, aunque otras son semejantes a ellas. Están clasificadas dentro de la familia Theraphosidae y si bien no tejen telas, pueden producir hilos para varios propósitos, como envolver a sus presas y preparar madrigueras. Su vista no es buena y les sirve básicamente para distinguir las zonas claras de las oscuras. Su principal sentido reside en los vellos de su cuerpo, con los que detectan vibraciones en el suelo y el aire. Los colores, tamaños y formas varían según la especie.
Como mascota, hay que mantenerla en un terrarium, preferiblemente una pecera de unos veinte litros de capacidad con gravilla o arena.