La investigación llevada a cabo por VTR, en conjunto con Criteria Research y la Universidad del Desarrollo (UDD), contempló una muestra de 1.365 alumnos entre Séptimo Básico y IV Medio, pertenecientes a 32 establecimientos educacionales de la Región Metropolitana.
Algunos indicadores relevantes: al preguntar por situaciones que pueden estar sucediéndoles a compañeros en forma continua desde que empezó el año, el 50% de los encuestados identifica el ser insultado como algo que ocurre “siempre” o “a menudo”; el 59% identificó “el reírse de sus compañeros cuando se equivocan” y el 31% mencionó “pegarle”.
La mayor percepción de existencia de situaciones agresivas se da entre hombres de Séptimo y Octavo Básico pertenecientes a colegios municipalizados.
Éstos son sólo algunos datos entregados por VTR. El próximo 13 de enero, durante el seminario “Prevención y Manejo de Bullying”, organizado por Grupo Educar y la Universidad Santo Tomás en Concepción, la subgerente de RSE de VTR, María José Fuentealba, entregará nuevos datos provenientes de este estudio que muestran por qué hoy es importante que profesores y directivos de establecimientos escolares tomen acciones concretas frente a este tema.
TRABAJAR CON EL GRUPO DE APOYO DEL ABUSADOR
Isabel Toledo, psicóloga que también participará como expositora en este encuentro, asegura que no sólo hay que preocuparse de la víctima y el victimario y, justamente por esta razón, propondrá estrategias concretas para trabajar con el grupo de apoyo del abusador.
“Generalmente el abusador se apoya en otros para ejecutar acciones de abuso, y sobre este grupo también se deben tomar acciones, la mayoría de similar tenor que las del abusador, pero dimensionando que son personas influenciables, y que si bien han cometido actos repudiables, no surge de ellos. Deben igual que el abusador saber que habrán sanciones, cuáles son ellas, que estarán bajo control y repararán en lo posible el daño causado”.
El estudio de VTR asegura que más del 50% de los alumnos que son testigo de agresiones, reaccionan de forma pasiva y no hacen nada para intervenir. Y un 25% reconoció apoyar o animar a continuar con los hechos de violencia.