Que los profesores que quieran ser directores de establecimientos tengan que cursar un programa de especialización y que éstos cuenten con financiamiento estatal, es una de las conclusiones del estudio presentado por la Fundación Chile.
El análisis, autoría de Gonzalo Muñoz y Javiera Marfán, propone que la formación sea un requisito para acceder (o validar) a la función de director. Esto, según los autores, tendría tres ventajas: permite contar con un primer control sobre características de base que requiere un buen director; los sostenedores pueden conocer las competencias que poseen los candidatos al cargo y elegir a los que mejor se ajustan a la realidad escolar, y permite reducir la experiencia de “shock” que sufren los directores que integran el cargo, citó Fundación Chile.
Con una formación obligatoria para ser director, se genera un mecanismo para asegurar la calidad de los mismos profesionales y con ello la calidad de educación que se les entregue a los escolares, explicaron los investigadores.
Otro tema que plantea el estudio es el rol protagónico que debe tener el Estado en el financiamiento de los programas de formación. El autofinanciamento actual de los alumnos es una barrera de entrada y las que salen perjudicadas son las escuelas más vulnerables, citó el comunicado.
