La democratización política se refiere al proceso de establecer o extender las instituciones que definen un régimen democrático.
Puede tomar la forma de fundación de un nuevo régimen o de recuperación de la democracia que, de alguna manera, existió con anterioridad a un régimen autoritario o a una dictadura.
La preeminencia indiscutida de la oligarquía a principio del siglo XX, permitió dar espacio a la creciente pluralidad de fuerzas sociales y partidos políticos sin poner en riesgo el orden establecido.
Democratización social: Clase media y mineros
Cuando el surgimiento de una fuerte clase media y un combativo proletariado minero, productos de la conquista y expansión del salitre a fines del siglo pasado, amenazaban con desbordar el marco institucional, las reformas de 1925 adaptaron la institucionalidad a las necesidades de resolver democráticamente los conflictos sociales.
El proceso de diferenciación social y de reformas políticas no se vio acompañado, en cambio, por una similar transformación de la estructura económica.
En esta etapa se puede estimar que la democracia tuvo progresos importantes, ya que no hubo golpes de estado, el cuerpo electoral se amplió considerablemente gracias al derecho de voto para la mujer, a una disminución del fraude electoral y a la diversidad de partidos, lo que indicaba una gran tolerancia ideológica.
Sin embargo, esa situación sufrió una limitación importante entre 1948 y 1958, años en que se aplicó la ley llamada de «Defensa de la Democracia» que declaraba ilegal al partido comunista y además limitaba el funcionamiento de los sindicatos.
El voto femenino fue uno de los más prominentes avances de la época porque el derecho a voto también tiene una carga simbólica importante dado que constata y hace real la calidad de ciudadanas de las mujeres chilenas.
La ampliación de la ciudadanía es un proceso que no ocurre sólo con las mujeres, sino con distintos grupos sociales dentro de la República liberal.
Sin embargo, esto es posterior al proceso de individuación de cualquier grupo social. Cuando la mujer se reconoce como individuo, sujeto de derechos y deberes, comienza también a sentirse ciudadana y a exigir sus derechos.
De esta forma, la aprobación de la ley que concedió el voto a la mujer chilena supuso un importante cambio en la sociedad.
Aunque el tema del sufragio femenino tiene directa relación con los procesos de democratización llevados a cabo por el Estado a partir de la tercera década del siglo XX, también y quizás más importante, tiene relación con la forma en que la sociedad se ve a sí misma, en cuanto la mujer constituye la mitad, por años silenciosa, de esa sociedad.
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