¿Cuál era la mitología maya? La religión jugaba un papel muy importante en la vida diaria y todas las actividades, ya fuera de mucha o poca importancia, estaban regidas por deidades.
El sacerdote, que llegó a ser una figura muy poderosa durante el Período Clásico, guiaba la vida espiritual de la comunidad. Se representaban ritos específicos para llamar la atención de las deidades.
Quizás el dios maya más importante, en la mitología maya, era Qucumatz el dios de las tempestades creó vida por medio del agua y enseñó a los hombres a producir fuego.
Otros dioses regían sobre los vientos, el sol, el cielo, el maíz, la guerra y la muerte. La mejor fuente de conocimiento de la Mitología Maya es el Popol Vuh, biblia de los mayas quiché. Asimismo los libros del Chilam Balan, aportan datos sobre la vida maya del siglo XVI.
Mitología Maya y sus dioses
Las representaciones de dioses y temas mitológicos en un amplio conjunto de objetos de cerámica. Se relacionó algunos de los personajes pintados en los vasos con los dioses y héroes cuyas hazañas escritas, siglos más tarde, en el Popul Vuh. Partir de entonces, los estudios basados en estas representaciones han abierto una ventana que permite entrever las creencias religiosas de los antiguos mayas.
La mitología es uno de los temas predilectos entre los alfareros y pintores del periodo Clásico. En numerosas vasijas se encuentran personajes, lugares objetos inspirados en estas creencias y no es raro encontrar escenas completas que representan pasajes mitológicos.
El reto consiste en explicarlos a la luz de las narraciones y creencias que se han conservado, y descubrir su relevancia para explicar el mundo en la sociedad, tal como los concebían los antiguos mayas.
Las aventuras de los héroes, sus victorias y derrotas quedaron plasmadas en la superficie de los vasos de cerámica del área maya, en las pinturas murales, en las esculturas, incluso en los conjuntos arquitectónicos, que con frecuencia reproducían la geografía sagrada de los lugares mitológicos.
La evangelización no significó el olvido de las narraciones mitológicas, que se siguieron transmitiendo en forma oral, como se había hecho por milenios. A lo largo del tiempo, los narradores incorporaron elementos foráneos, personajes o situaciones derivados de la religión cristiana, y también elementos de origen africano.
Persistieron, sin embargo, en mayor o menor grado, los elementos esenciales de las creencias mitológicas, los cuales tienden a permanecer fijos, a pesar de las transformaciones de los elementos más superficiales.
Se explican así los paralelos notables que se pueden observar entre numerosos relatos recopilados en los últimos cíen años y las narraciones recogidas poco después de la conquista española.