Además de recursos, los organismos necesitan de condiciones ambientales, las cuales corresponden a la temperatura, salinidad, humedad para llevar a cabo su vida y lograr reproducirse.
Según la teoría de la evolución, todas especies que existen en el planeta tienen un origen común y a través de miles de millones de años han desarrollado diferentes estructuras, tales como; cola, patas, alas, antenas, etc. Estas estructuras permiten a las especie movilizarse de un sitio a otro, por ejemplo los Pingüinos Imperiales de la Antártida, caminan grandes distancias al salir del mar hasta ubicar un sitio donde reproducirse. Una vez que el acto de reproducción se ha llevado a cabo, la hembra va en busca de alimento para si misma y su cría. Para este tipo de ave acuática las patas se transforman en una estructura útil al momento de dirigirse de una zona a otra en busca de sus recursos.
Así mismo, los peces al tener aletas tienen la posibilidad de desplazarse en ambientes acuáticos, como lo son: océanos, mar, ríos, lagos. No así volar por los aires ni caminar sobre el suelo.
Aquellas características condicionan a los organismos a encontrarse en un determinado ambiente, logrando sobrevivir y perpetuar la especie.
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