A partir de esta transformación en la concepción de aprendizaje, las prácticas pedagógicas requieren de un giro coherente con esta nueva propuesta, tanto en el ámbito didáctico como evaluativo.
En este marco, el trabajo con la lectura debe focalizarse en el desarrollo progresivo de las habilidades cognitivas que permitirán a los niños y niñas enfrentarse a la comprensión de diferentes tipos de textos adecuados a su nivel de desarrollo. Existen muchas clasificaciones de habilidades, algunas de ellas más detalladas o específicas que otras; no obstante esta diversidad, lo realmente relevante es que como docentes nos situemos desde una postura específica que sea coherente con los objetivos del curriculum chileno y que nos facilite una mirada clara en el proceso de elaboración de actividades de aula. Desde este punto de vista, a continuación proponemos una clasificación de las habilidades de lectura, considerando una revisión general de lo propuesto en el Mapa de Progreso de Lectura :
Habilidades implicadas en el proceso de lectura.* (Mapa de Progreso de Lectura. MINEDUC, 2007)
Un punto que debe destacarse es que las habilidades señaladas deben desarrollarse en su conjunto desde los primeros años, es decir, cada vez que los estudiantes se enfrenten a la lectura. Una visión errónea sería el considerar que no es posible que los estudiantes de primer año básico trabajen habilidades de nivel superior; por ejemplo que opinen sobre los textos que leen (evaluar).
La propuesta actual considera que el aprendizaje no es lineal y que es la metáfora de la espiral una representación más acorde a cómo se presenta su progresión; es decir, en cada nivel de enseñanza se debe considerar el conjunto de habilidades, pero con diferentes grados de complejidad, lo que esencialmente está determinado por el tipo de texto que se lee: su estructura, la cercanía con el conocimiento de mundo de los niños en cuanto a los temas que aborda y la complejidad de su vocabulario. Considerando los factores señalados, los diferentes tipos de textos, organizados según un orden de complejidad serían:
1. Narrativos: Apelan a un conocimiento de mundo compartido con el lector, por lo que se debe resguardar que traten temas de interés para los estudiantes, por lo mismo, en ellos la habilidad de inferir es central para alcanzar una comprensión global.
2. Informativos o expositivos: A diferencia del anterior, dado que su intención comunicativa se focaliza en la entrega de conocimientos nuevos, su lectura es más compleja y presenta más dificultades para los estudiantes; no apela necesariamente a un conocimiento de mundo compartido, por lo que requiere de una lectura más pausada y atenta. En este tipo de textos, tener la capacidad de reconocer información importante (jerarquizar para lograr sintetizar) resulta fundamental.
3. Argumentativos: En este tipo de textos el lector debe evidenciar su capacidad para reconocer la intención persuasiva del emisor y analizar desde esa postura la información que el texto le entrega, tanto de manera explícita (reconocer información explícita) como implícita (inferir).
En esta categorización hemos destacado algunas habilidades para cada tipo de texto, lo que no implica que deban dejarse de lado las otras, tal como señalamos anteriormente.
Para encontrar una descripción detallada de las habilidades por nivel y ejemplos para su desarrollo en el aula, recomendamos revisar el Mapa de Progreso de Lectura en el siguiente link: http://www.mineduc.cl/biblio/documento/200706211618270.Lenguaje.pdf
