Chillán, en la Región de Ñuble, fue el lugar donde nació Bernardo O’Higgins Riquelme, un 20 de agosto de 1778. Era hijo no reconocido de quien entonces era el gobernador de Chile, Ambrosio O’Higgins y de Isabel Riquelme, una criolla que vivía en Chile.
Tras cumplir los 11 años se fue a estudiar a Lima, a un exclusivo centro de estudios. Luego, a los 17 años, siguió sus estudios en Europa, donde tuvo la oportunidad de enterarse de los ideales políticos que allí circulaban.
Estos ideales iban en contra de la que en ese entonces era la respetada monarquía española, que tenía en sus manos la mayoría de los futuros países americanos.
Los ideales de Bernardo O’Higgins Riquelme
Bernardo O’Higgins Riquelme se volvió un revolucionario, lo cual iba en contra de los ideales de su padre y de muchos de los futuros chilenos, que en ese entonces eran importantes colaboradores del rey.
Pese a tener ideales distintos, O’Higgins Riquelme no alcanzó a enfrentarse directamente con su padre, ya que Ambrosio O’Higgins murió al poco tiempo de que Bernardo volviera a Chile.
De esta manera, le heredó una importante fortuna que le permitió una pronta aceptación de la elite nacional y, además, que fuera considerado para varios cargos públicos.
A pesar de ocupar puestos manejados por la corona, Bernardo O’Higgins Riquelme siguió teniendo sus ideales de libertad para Chile y trabajando secretamente por ello.
Secuestro del Rey de España
En 1810 el Rey de España fue secuestrado por Napoleón Bonaparte, un militar que en ese entonces dominaba el imperio francés, lo cual dio la oportunidad a los americanos de tener gobiernos propios.
Mientras el rey estaba cautivo, O’Higgins fue uno de los primeros en llamar y apoyar la formación de un Congreso Nacional, para decidir la forma de gobierno que habría en Chile.
Los criollos (hijos de españoles nacidos en América) se unieron bajo el nombre de patriotas, para luchar por la independencia. Mientras que otro grupo, formado mayoritariamente por españoles, formaron los realistas, que querían la permanencia del Rey como autoridad. Ambos bandos se enfrentaron, sin embargo solo uno triunfó: Los patriotas.
Tras la victoria, Bernardo O’Higgins Riquelme fue nombrado Director Supremo, pero sus ideales molestaron a los privilegiados, pues él proponía educar a los más desposeídos y eliminar paulatinamente la esclavitud.
Poco a poco comenzó a tener problemas en su cargo, incluso algunos lo acusaron de la muerte de compañeros de batalla, hasta que finalmente se marchó a Perú, y permaneció allí hasta su muerte el año 1842.
* Si te interesó este tema, te recomendamos visitar el siguiente artículo relacionado:
http://www.auroradechile.cl/newtenberg/681/article-3014.html
