El sedentarismo surge gracias al descubrimiento de la agricultura y la domesticación de animales. Por eso los pueblos sedentarios no se mueven del lugar en que viven, pues tienen que cuidar las plantaciones y las cosechas, y pastorear a sus animales. Esto hace que su vivienda sea más sólida, ya que no necesita ser trasladada. Más bien, está cimentada en la tierra, generalmente construida con piedras, barro o madera.
Los investigadores de estos pueblos americanos denominan Formativo al período en que los pueblos transitan entre el estadio de caza y recolección y la economía agraria. Este tiene la particularidad de abandonar paulatinamente el modo de vida transhumante y se adquieren hábitos sedentarios, naciendo las aldeas con poblaciones más o menos estables. En los Andes sudamericanos, este período está caracterizado además por el nacimiento de tecnologías importantes como la cerámica, la textílería y el pastoreo.
Una ejemplificación es la región de Arica donde se han encontrado diferentes pueblos ocupando la costa y valles. En el litoral, hay grupos especializados en la economía marítima, más al interior, en la zona de valles, se instala de igual forma aldeas muy complejas, una de ellas fue explorada hace décadas, por el Padre Gustavo Le Paige que descubrió, en el ayllu de Tulor del Salar de Atacama, círculos de barro aplastados que interpretó como cimientos de habitaciones circulares. Años después, los investigadores que comenzaron la excavación de este sitio, verificaron que los ilusorios cimientos eran los extremos superiores de muros de altos recintos con paredes convergentes, a modo de colmenas. La aldea, hecha de adobones de barro, presentaba una intrincada topografía de estructuras de planta circular unidas por muros, a manera de laberinto y protegidas por un gran muro de circunvalación. En esta época, las sociedades de Tulor habían experimentado importantes cambios adaptativos a este asentamiento de oasis, sedentario, estable y nucleado. El incremento de actividades agrícolas probablemente había contribuido al aumento de la población que se dedicaba también a la elaboración de tejidos, cestería y metalurgia, además de las actividades de recolección de frutos de los abundantes bosques de algarrobo y chañar, característicos de esta región.
* Si te interesó este tema, te recomendamos visitar el siguiente artículo relacionado:
http://www.memoriachilena.cl/temas/dest.asp?id=folclor3ataca
http://www.memoriachilena.cl/temas/index.asp?id_ut=etniasprehispanicasdelnortedechile