Si bien sabemos que existen distintos tipos de violencia, es mucho más fácil estar en contra de aquella que es explícita, que luchar contra formas de violencia encubierta o subliminal.
¿Cuál es la violencia explícita? Aquella que se expone a sí misma, es decir que no hace ningún intento por ser ocultada, es violencia por dónde se le mire, por ejemplo la violencia en los estadios que conllevan destrozos, peleas, ataques contra la propiedad privada, lenguaje descalificador, etc. En cambio la violencia encubierta o subliminal es aquella que es suministrada por vías no tan claras, por ejemplo cuando se utiliza el cuerpo femenino para promover la venta de automóviles, o se promueven modelos de vida que conducen a la idea de que el consumo nos hace más felices, y por el contrario, el no consumo nos hace infelices.
La publicidad en general hace uso de recursos subliminales para promover sus productos sin medir los efectos nocivos que muchas veces dicha publicidad puede tener, siendo siempre más importante vender. La publicidad opera con una lógica que promueve en la audiencia la generación de necesidades falsas. Por ejemplo, al publicitarse un automóvil último modelo al cual se sube una bella muchacha que acompaña al conductor, se está, subliminalmente promoviendo una idea acerca de que conductores de estos vehículos podrían acceder a tener a su lado muchachas como estas, lo que sin lugar a dudas es una un factor que no tiene que ver con el producto. Sin embargo es sabido que la publicidad trabaja sobre el conocimiento de cómo influir en el potencial consumidor, por tanto la muchacha opera como valor agregado del vehículo.
A estas alturas es probable que aún no descubras dónde radica la violencia, pues veamos qué piensas a raíz de ciertas preguntas sobre las que me interesa que reflexiones: ¿todas las bellas muchachas buscan un chico que tenga una auto último modelo? ¿El automóvil puede llegar a ser importante a la hora de establecer un vínculo afectivo con otra persona?, el sujeto que adquiere un auto último modelo ¿tiene más posibilidades de ser feliz que otro que no lo tiene? El joven que compra su auto último modelo, ¿debe necesariamente cambiar a su acompañante por alguien que posea atributos físicos similares a los de la chica de la publicidad?
Si bien claramente estas preguntas pueden resultar ridículas, el asunto es que es probable que quien elija ese automóvil, de un modo u otro esté buscando ser más feliz y aunque consiga tener el auto la felicidad no se va a concretar, por razones más que obvias.
He aquí un ejemplo de un grupo de activistas que decidieron formar una Brigada de Acción Directa No Violenta (BRI DI NOVI) que utiliza recursos no verbales para denunciar la violencia que ellos perciben proveniente de la excesiva publicidad y cómo esta crea en nosotros necesidades falsas.
Observa para que formes tu propia idea: https://vimeo.com/21047079