Su principal objetivo es la acción de conservar, que es un concepto que a través de los años ha adquirido muchas connotaciones, que van desde la protección de la biodiversidad hasta el sostenimiento productivo de los recursos naturales, involucrando en algunas definiciones a los recursos culturales. Actualmente la definición más ampliamente aceptada fue presentada en 1980 por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y Recursos Naturales, «La utilización humana de la biosfera para que rinda el máximo beneficio sostenible, a la vez que mantiene el potencial necesario para las aspiraciones de futuras generaciones».
Es por esto que el principal objetivo de los parques es conservar la biodiversidad y los ecosistemas, ya que los parques nacionales mantienen áreas extensas y representativas de los ecosistemas nativos. El conocimiento progresivo de las relaciones entre sus componentes nos permite conservar la variedad de la flora, la fauna, y los procesos naturales que les dan origen.
Es nuestra responsabilidad, ayudar a preservar la diversidad ya que se atesoran las variadas formas en que el hombre se relacionó con la naturaleza, tanto en el pasado como en el presente. Los parques nacionales son patrimonio de toda la sociedad, que deben ser protegidos por su valor social y cultural. Se debe resguardar y conservar el hábitat de especies en peligro, tanto en poblaciones de especies amenazadas de extinción y las que podrían llegar a esa situación por ser originalmente escasas o exóticas.
De igual forma, los parques nacionales establecen una forma para acabar con la desertificación, que se puede definir como «un proceso de degradación de la tierra en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, resultantes entre otros, de factores climáticos y actividades humanas». Sus efectos son: pérdida y/o reducción de la biodiversidad, disminución de los rendimientos en las cosechas, salinizaciones y sodificación, erosión hídrica y eólica, sedimentación y embancamiento, sequías recurrentes, y pobreza y migración rural. Se trata entonces de un fenómeno complejo, de larga data de incubación y sobre el cual es necesario actuar de manera coordinada, planificada y constante.