Si se observa la tierra es sin duda, un espacio dominado por el agua, sin embargo sólo el 2.5% es dulce, de cuyo volumen, estimado en unos 38 millones de kilómetros cúbicos, poco más de 75% está concentrado en casquetes polares, nieves eternas y glaciares. El 21% está almacenado en el subsuelo y el 4% restante corresponde a lagos y ríos. Sólo la mitad del agua dulce disponible es potable. Es por esto que con la tasa de crecimiento poblacional planetario este recurso escaso ha tomado importancia mundial.
Y en este marco es que una de las reservas naturales de América que ha tomado relevancia en los últimos años, es el agua dulce, ya que con solamente el 12% de la población mundial, el continente americano contiene el 47% del total de las reservas de agua dulce del mundo. Argentina comparte con Brasil, Paraguay y Uruguay una de las tres reservas más grandes del mundo de agua subterránea, el Acuífero Guaraní. Este Acuífero, que podría abastecer de agua dulce y pura indefinidamente a 360 millones de personas, se extiende sobre 1.2 millones de kilómetros cuadrados y ocupa parte del subsuelo de Argentina (20 %), Brasil (60%), Uruguay (10%) y Paraguay (10%). La abundancia de las aguas subterráneas en Latinoamérica y la escasa densidad de población del continente han sido factores vitales para preservar el nivel y la calidad de los acuíferos de la región. Pero se debe advertir que los acuíferos correrán riesgo si no se establecen pronto medidas para protegerlos y gestionarlos.
Paralelamente, América Latina cuenta enormes reservas probadas de gas natural, de las cuales Venezuela posee 69% del total; Brasil, 6% Trinidad y Tobago, 5% Argentina, Bolivia, Perú y México, 4 % cada uno. La región registra más del 10% de las reservas de petróleo, y uno de sus mayores exponentes es Venezuela, que se presenta como el quinto exportador de crudo del mundo y vende cerca del 60% de su producción a Estados Unidos. Es el único miembro latinoamericano en la OPEP, donde tiene un papel activo. Se afirma que se producen 3,1 millones de barriles por día. Además de contar con nuevos yacimientos de gas natural, Venezuela ha pasado a tener la mayor reserva de gas natural de Sudamérica y la octava del mundo. Pero el país sólo ha percibido recientemente la importancia estratégica de este recurso natural.