Todas las células poseen protoplasma, que es el citoplasma más el núcleo celular. El citoplasma, que comprende todo el volumen de la célula -salvo el núcleo-, es el medio donde se producen los cambios químicos y las reacciones metabólicas de la célula. Está compuesto por una solución acuosa denominada citosol, el cual engloba una gran cantidad de estructuras especializadas y organelos celulares.
El organelo más importante es el núcleo, que está formado por una doble membrana. En su interior está el nucléolo (interviene en la formación de las subunidades ribosómicas) y el material genético.
Además, el núcleo, para comunicarse con el citoplasma, cuenta con aperturas existentes en la pared de su membrana, conocidas como poros nucleares.

¿Por qué la célula es un ser vivo?
Célula (del latín cellulae, «pequeño compartimiento» o celda), unidad mínima de un organismo capaz de actuar de manera autónoma. Todos los organismos vivos están formados por células, y en general se acepta que ningún organismo es un ser vivo si no consta al menos de una célula.
Algunos organismos microscópicos, como bacterias y protozoos, son células únicas, mientras que los animales y plantas son organismos pluricelulares que están formados por muchos millones de células, organizadas en tejidos y órganos.
Aunque los virus y los extractos acelulares realizan muchas de las funciones propias de la célula viva, carecen de vida independiente, capacidad de crecimiento y reproducción propios de las células y, por tanto, no se consideran seres vivos.
La biología estudia las células en función de su constitución molecular y la forma en que cooperan entre sí para constituir organismos muy complejos, como el ser humano.
Para poder comprender cómo funciona el cuerpo humano sano, cómo se desarrolla y envejece y qué falla en caso de enfermedad, es imprescindible conocer las células.