Provincia Florística del Cabo
Se caracteriza por contar con un agradable clima mediterráneo, que favorece el desarrollo de una gran cantidad de especies vegetales, encontrándose la mayor concentración de plantas endémicas existente fuera de los trópicos.
Asimismo, incluidos en su biogeografía, destacan algunas variedades de antílopes y otros reptiles, como la tortuga geométrica.
La zona cuenta con múltiples peligros que la hacen vulnerable, como la expansión de las zonas agrícolas, el desarrollo urbano y el importante y sostenido aumento que en los últimos años ha tenido la población humana.
Sin embargo, la mayor amenaza a este punto de acceso es el efecto negativo de las plantas exóticas.
Durante décadas, los árboles y arbustos de otros climas de tipo mediterráneo, como del sur de Australia o de la cuenca mediterránea, han sido introducidos en la región, tratando de complementar las pocas especies de árboles nativos existentes en el Cabo.
Sin embargo, en vez de transformarse en una solución, ahora constituyen una amenaza para las plantas endémicas, ya que se estima que han invadido, aproximadamente, el 70% de las zonas de montaña y de las tierras bajas de esta región.
Bosques costeros de África oriental
Aunque pequeños y fragmentados, los restos de bosques que componen la zona costera de África oriental contienen notables niveles de biodiversidad.
Bosques tropicales, pantanos y manglares se suceden en esta zona, donde destacan, además, las altas temperaturas y una elevada humedad.
Aquí se desarrollan importantes y diversas asociaciones vegetales. En sectores que difieren en menos de 100 kilómetros de distancia pueden encontrarse hasta 80% de variedades distintas de plantas.
De las 4 mil existentes, se estima que casi la mitad son endémicas, entre las que destacan la Violeta africana (Saintpaulia spp.) y once especies de plantas de café, que aún no han sido explotadas comercialmente.
En cuanto a los animales, existe gran predominio de algunos primates, como ocurre con el Colobo rojo del río Tana (Procolobus rufomitratus).
La expansión agrícola continúa siendo la mayor amenaza que enfrentan los bosques de la costa oriental de África.
Además, se suman la mala calidad del suelo y la explotación indiscriminada de los recursos naturales (agricultura comercial), que paulatinamente ocupa la superficie del hábitat natural existente.
Afromontañas orientales
Las principales alturas de este hotspot se encuentran distribuidas a través de la costa oriental de África, desde Arabia Saudita, por el norte, hasta Zimbabwe, en el sur.
Es una interesante zona desde el punto de vista del relieve, ya que existen montañas de considerable altura y algunos de los lagos más importantes del planeta, como el Victoria, Tanganica y Malawi.
Cuenta con una extensión de más de un millón de kilómetros cuadrados, donde se desarrollan particulares formas de vida, como nidificaciones del Tordo taita (Turdus helleri), especie típica de Kenya; el Elefante africano (Loxodonta africanus), uno de los mamíferos más grandes de nuestro planeta, y la Rana dorada de Itombwe (Chrysobatrachus cupreonitens), entre otras.
La conversión de varias hectáreas naturales en terrenos agrícolas dividió poco a poco el hábitat de las especies nativas, haciéndolas cada vez más vulnerables. Esta es la principal causa a la que se le atribuye el deterioro de este ambiente, a la que también se le añaden la recolección de algunas plantas para uso medicinal, la deforestación de vastas zonas con fines comerciales y la caza indiscriminada de algunas especies animales.
Bosques guineanos de África occidental
Con una extensión de 620.314 km2, esta zona alberga una enorme variedad de paisajes, entre los que destacan selvas, bosques pantanosos y otros semideciduos (que pierden parte de sus hojas) con una significativa estación seca prolongada.
Además, es el hábitat natural para casi un cuarto de los mamíferos que habitan en África, incluyendo a más de 20 especies de primates, hipopótamos pigmeos y algunas poblaciones de chimpancés.
Respecto de los vegetales, existen muchos organismos de gran importancia comercial, como la Palma de aceite (Elaeis guineensis), algunas especies de madera valiosa como el ébano (Diospyros gracilis), dos géneros de caoba africana y el Iroko (Milicia excelsa).
La explotación forestal, la minería, la caza indiscriminada y el crecimiento de algunos polos urbanos son considerados los principales problemas que afectan a la región.
– Cuerno de África: considerado uno de los hotspots más áridos de los que integran la lista, es, sin embargo, una innegable fuente de recursos naturales, tanto por la diversidad de sus especies como por la variedad genética existente.
Suele destacar, además, por contener un importante número de especies endémicas de antílopes amenazadas y la mayor parte de reptiles endémicos de África.
Lamentablemente, es uno de los hotspots más degradados del mundo, donde solo se conserva el 5% de su hábitat original.
Entre las principales causas de este vertiginoso deterioro están el pastoreo excesivo (se estima que en casi toda la superficie se practica el pastoreo de camellos, cabras y ovejas), el cultivo itinerante, la inestabilidad política y el desarrollo de infraestructura que, a pesar de ser escasa, afecta irremediablemente el hábitat natural de muchas especies.
Madagascar y las islas del océano Índico
Identificada como una de las islas más grandes del mundo, Madagascar es una verdadera reserva natural de la biodiversidad existente, al igual que las demás islas del océano Índico.
Tiene la notable particularidad de poseer un total de ocho familias de plantas, cinco familias de pájaros y cinco familias de primates que no habitan en ningún otro lugar del mundo.
Nuevamente la intervención del hombre a través de la tala indiscriminada, la minería, la caza excesiva y el crecimiento y desarrollo de algunos centros poblacionales han dañado el frágil equilibrio de la región.
Maputalandia-Pondolandia-Albania
Se extiende a través de la costa sur de Sudáfrica, abarcando una superficie original de 273.136 km2. Constituye un importante centro endémico de plantas, encontrándose aquí más de 600 variedades de árboles, cifra superior a la descubierta en cualquier bosque templado del planeta.
La agricultura comercial (existen importantes cultivos de caña de azúcar) y el desarrollo de la ganadería son los principales problemas que debe enfrentar este sector de África, lo que daña paulatinamente la flora endémica del lugar. También la producción industrial maderera no solo arrasa con importantes hectáreas de especies vegetales únicas, sino que perjudica irreversiblemente el hábitat natural de muchos animales.
Sin embargo, no todo es negativo para este hotspot, ya que en su sector sur se desarrollan relevantes programas de conservación de rinocerontes blancos, los que son verdaderos ejemplos de la lucha de las especies por la supervivencia.
Karoo de Suculentas
Su superficie alcanza a cubrir algunos sectores de Sudáfrica y Namibia, alcanzando los 102.691 km2.
En este espacio habitan cerca de 2 mil especies de plantas endémicas, así como también contiene la mayor proporción de arácnidos, insectos y reptiles exclusivos del sector, en comparación con otras zonas del planeta.
Entre los principales problemas que enfrenta destacan el sobrepastoreo, la minería y la recolección y comercialización ilegal de algunas especies vegetales endémicas.