El Estado Islámico es una organización terrorista que controla grandes territorios en las ciudades de Siria e Irak. En 2014 se estableció el “califato”, una forma de Estado dirigida por un líder político y religioso. Esta forma de gobernar tiene que ver, entre otras cosas, con las pasiones desatadas entre suníes y chiíes.
El Estado Islámico tiene su origen en el grupo terrorista Al Qaeda (Irak) y que, por tanto, es una consecuencia de la intervención militar que derrocó a Saddam Hussein.
Sin embargo, la propia Al Qaeda en Irak, dirigida por Abu Musab al Zarqaui hasta que fue eliminado por las tropas norteamericanas (2006), no fue sino un grupo de conveniencia y transitorio entre un proyecto anterior y el actual Estado Islámico.
La organización terrorista está compuesta por yihadistas que tienen una interpretación extremista de la rama sunita del islam y que creen que ellos son los únicos creyentes “reales”.
Su visión está basada en el hecho de que los no creyentes quieren destruir su religión, justificando de esa forma sus ataques contra otros musulmanes y no musulmanes. Las decapitaciones, crucifixiones y asesinatos han sido parte de sus estrategias para atemorizar a sus enemigos.
Qué busca el Estado Islámico
El Estado Islámico busca establecer un califato islámico en la región y utiliza tácticas brutales para lograr sus objetivos, incluyendo la ejecución de prisioneros y la realización de atentados terroristas en todo el mundo.
El objetivo del Estado Islámico es establecer un califato islámico en la región de Oriente Medio, que abarcaría partes de Irak, Siria y otros países de la región. El grupo busca imponer su propia interpretación radical del Islam y establecer un gobierno y una sociedad basados en la ley islámica (sharia).
El Estado Islámico también se caracteriza por su intento permanente de reclutar simpatizantes y seguidores en todo el mundo. Para ello, utiliza las redes sociales para difundir su mensaje y propaganda.
Las acciones de este grupo han sido condenados por la comunidad internacional.