¿Qué es la atmósfera y por qué nunca la vemos? Habitualmente representamos la Tierra como una esfera. Esto no nos permite tener una visión completa de nuestro planeta, ya que no muestra uno de sus principales componentes: la atmósfera.
Si pudiéramos observar la Tierra desde un punto lejano del espacio, como lo hacen los astronautas, la veríamos envuelta en una capa de gases, que conocemos con el nombre de atmósfera terrestre.
Qué es la atmósfera terrestre
¿Qué es la atmósfera y cómo reconocerla? Para su estudio, la atmósfera se puede dividir en varias capas, siendo las principales la troposfera, la estratosfera y la ionosfera.
Podemos imaginarlas como mantos concéntricos desde la superficie hacia afuera de la Tierra.
La troposfera es la capa más próxima a la superficie de nuestro planeta, extendiéndose hasta unos 12 kilómetros de altura. En ella se dan las mejores condiciones para la vida. En esta zona ocurren los cambios del clima.
La estratosfera es la capa que está después de la troposfera, y tiene unos 30 kilómetros de espesor. Aquí se encuentra la faja de ozono, la que impide el paso hacia la Tierra de los dañinos rayos ultravioletas del Sol.
Esta capa ha sido muy explorada por el hombre y es utilizada normalmente por la aviación.
La tercera capa, la ionosfera, es la que facilita la radiodifusión a grandes distancias, ya que en ella se reflejan hacia la Tierra las ondas de radio. Esta zona comienza a unos 65 kilómetros sobre el nivel del mar y desconocemos su límite superior.
En ella se encuentra una mínima parte del aire de la atmósfera y está constituida por iones o moléculas electrizadas o radiaciones solares.
Composición de la atmósfera
La atmósfera está formada por varios gases, entre ellos el nitrógeno -el más abundante, tres cuartas partes del total-, y el oxígeno, una cuarta parte.
Otros componentes de la atmósfera son el anhídrido carbónico y el vapor de agua. En menores proporciones hay gases como el argón, el neón, el helio y polvo.
La contaminación del aire puede modificar esta composición, con el consiguiente peligro para los seres vivos.
Todos los componentes de la atmósfera forman una mezcla, que es el aire que respiramos. Aun cuando el aire no tiene color, al mirar hacia lo alto podemos ver lo que llamamos «cielo», de color azul.
Este es un fenómeno que se produce por efecto de la luz solar. La atmósfera es transparente e impalpable; es decir, no se puede tocar.
Oxígeno en la atmósfera
El oxígeno y el anhídrido carbónico son los dos componentes de la atmósfera que participan directamente en el proceso vital de los animales y las plantas. Es decir, son necesarios para la existencia de la vida.
El oxígeno es el elemento vital de la atmósfera. Respiramos para obtener oxígeno, el cual, al oxidar nuestros tejidos, mantiene el calor del cuerpo.
El oxígeno es el elemento productor del calor. El fuego no es más que una oxidación rápida de la materia. El oxígeno también purifica el aire y el agua.
Al mezclarse con las rocas contribuye a fragmentarlas, formando el suelo que sostiene la vida vegetal. Para los seres vivos, el oxígeno es un componente esencial del aire.
Este gas es aprovechado por los organismos en el proceso respiratorio. Sin oxígeno, la vida no es posible.
Nitrógeno y otros componentes
El nitrógeno disuelve el oxígeno y lo hace respirable, ya que el oxígeno puro es irrespirable. El nitrógeno es valiosísimo para la vida vegetal, pues, al combinarse con otras sustancias, enriquece los suelos.
El anhídrido carbónico, aunque se encuentra en proporciones mínimas en la atmósfera, es de gran valor para el hombre, porque bajo los efectos de la luz solar permite la formación de la materia orgánica vegetal, transformando las materias inorgánicas que el hombre no puede utilizar directamente como alimento.
A este proceso se le conoce con el nombre de fotosíntesis o asimilación clorofílica.
La fotosíntesis permite la existencia de la vegetación en nuestro planeta, que es la base de la alimentación en la Tierra.
Como resultado del proceso respiratorio se produce otro gas, el dióxido de carbono, que se elimina nuevamente al aire. En el proceso de fotosíntesis, las plantas aprovechan el dióxido de carbono y eliminan oxígeno.
De esta forma, las plantas verdes tienen un efecto purificador sobre la atmósfera.
El vapor de agua que contiene la atmósfera posee gran importancia.
Si la atmósfera estuviese completamente seca, no podría existir la vida.
Además, el vapor de agua contribuye a retener el calor atmosférico y a la formación de las nubes, las lluvias, el rocío, la nieve, entre otros.